-¿Ese era el famoso Mich?- preguntó Tom, enarcando una ceja hacia Alexa.
-No muy famoso que digamos-dijo Alexa con sarcasmo y Tom soltó una risa. Le aceptó el chocolate caliente que le extendía con su mano libre. Bobby se estiró tratando de olisquear el vaso.
Una música navideña surgió de algún lugar y miraron a su alrededor. Surgía de unas bocinas que habían colocado en distintas zonas de la plaza.
"It's beginning to look a lot like Christmas" cantó Michael Bublé.
-Puedes bajar a Bobby- le dijo Tom y Alexa obedeció poniendo a la perrita en el suelo- Siéntate, Bobby.
La Cocker Spaniel miró a su dueño antes de obedecer sentándose sobre su trasero. Tom rodeó con su brazo los hombros de Alexa y la acercó a su cuerpo. Ella no opuso resistencia y lo dejó hablar mientras disfrutaba de su calor y su aroma varonil. Alexa le preguntó sobre su tiempo de estudiante, imaginándose a un joven Tom con su bata de médico en la escuela de medicina. Desde hace tiempo tenía curiosidad sobre esa etapa de su vida.
-Era un completo nerd- contó Tom con una sonrisa nostálgica- No solíamos llevar batas en la universidad, y recuerdo un día que uno de mis docentes de los primeros años dijo "el que se siente preparado para atender un paciente, mañana venga con bata". Todos acordamos entre nosotros ir con bata o por lo menos mi grupo de amigos, y fui el único idiota que fue con bata al día siguiente.
Alexa soltó una carcajada y Tom negó con la cabeza, avergonzado.
-El doctor me llevó con él al hospital y no me dejó solo, inclusive me ayudó mucho en el proceso- dijo Tom- cuando regresé a la facultad todos se me acercaron preguntándome como había sido. Malditos traidores. Al día siguiente todos resultaron llevar bata.
Alexa lo miró con diversión y le pidió que le contara más anécdotas. Le gustaba escucharlo hablar, su voz era como música para ella.
-¿Has escuchado que en el St. Thomas Hospital hay un fantasma?- le preguntó Tom y ella negó con la cabeza- yo de vez en cuando tengo que ir a cuidados intensivos. Ahí hay un aura muy pesada y solo pueden estar los enfermeros con maestría en cuidados intensivos y el médico internista a cargo. Las enfermeras ya me habían dicho que cuando alguien va a morir, se puede ver una sombra negra en la pared y al día siguiente o en pocas horas ese paciente fallece. Yo no les creí e inclusive me reí, hasta que un día yo estaba revisando los signos de un paciente entubado cuando sentí que alguien me jalaba de la bata por detrás. Volteé y no había nadie así que continué trabajando pensando que tan solo lo había imaginado, hasta que volvieron a jalarme, pero esta vez más fuerte. No había nadie conmigo y la enfermera desde el otro lado me miraba con asombro, diciendo que había presenciado todo y que justo en ese momento había pasado la sombra negra esa de la que siempre hablaban. A las horas el paciente falleció.
-¿Estás jugando conmigo?- le preguntó Alexa, suspicaz. Tom negó con la cabeza.
-Te lo juro- dijo Tom y alzó su dedo meñique- por la garrita.
Alexa le sonrió recordando la película de Tierra de osos, una de sus preferidas de Disney.
-¡Atención!- gritó alguien en un micrófono, interrumpiendo la música navideña- En dos minutos el árbol será encendido.
-Genial- dijo Alexa y miró en dirección al gran árbol navideño- ¿Conoces la historia de ese árbol?
-¿Me estás diciendo que conoces la historia del árbol pero que nunca habías venido a verlo?
-Soy maestra de escuela- dijo Alexa, encogiéndose de hombros-Lo regaló noruega al Reino Unido. Lo de la tradición de instalar el árbol para estas fechas es un agradecimiento al pueblo noruego por el apoyo que gran bretaña les dio en la segunda guerra mundial, cuando los británicos decidieron proteger al príncipe Olaf V en su exilio en Londres.
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Dr. Hiddleston
Fanfiction¿Qué sucede con la relación médico-paciente cuando llega un ángel a tu consultorio pidiéndote ayuda y te hace dudar de tu ética profesional? El Dr. Hiddleston siempre había querido ser un doctor distinto a los demás, él se involucraba con sus pacien...