Chris cruzó el pasillo en el ala de oncología, escondiendo lo mejor que podía la cantidad de comida chatarra que llevaba consigo. Una vez habiendo doblado en la esquina, en el pasillo de quimioterapias, se detuvo en seco al percatarse de la presencia de Tom recargado en la pared frente a dicha sala.
-Hola- dijo con tono vacilante. El doctor Hiddleston se veía muy mal, tenía una apariencia de no haber dormido por días y su expresión reflejaba sufrimiento.
-Hola, Chris- lo saludó con frialdad. No apartaba la mirada de la puerta frente a él. Chris frunció el ceño. Por alguna razón, el tipo no le terminaba de agradar y menos con lo último que le había hecho a Alexa. Si aquello no fuera un hospital, lo molería a golpes.
-¿Vas a atreverte a entrar o solo te quedarás parado ahí?- gruñó Chris. Tom finalmente lo miró. Sus ojos azules estaban vacíos.
-¿Cómo está ella?- evadió su pregunta con otra. Fue raro, cuando la mencionó, su rostro brilló. El único brillo existente en sus ojos azules era cuando pensaba en Alexa.
-Sobrellevándolo- se limitó a responder. Se encogió de hombros y caminó con ademán de entrar a la sala. Escuchó a Tom suspirar con pesadez, pero dejó de prestarle atención cuando cerró la puerta sin dejarlo decir algo más.
-Tus chocolates favoritos- le lanzó una bolsa a Alexa y cayó en su regazo. Ella le sonrió débilmente.
-¿Y qué hay de todo eso?- preguntó señalando las bolsas de golosinas que sostenía en brazos. Chris negó con la cabeza con ademán divertido.
-Esto es para mi, muñeca- dijo Chris. Ambos se rieron y procedió a competirle de las demás golosinas. La enfermera se había cansado de llamarle la atención a Chris sobre meter comida a la sala de quimioterapias, así que solo lo miró de mala gana desde el otro extremo.
-Por cierto, Tom está afuera. Como si esperara tener el valor para entrar.
Alexa se detuvo bruscamente mientras rompía el papel de su barra de chocolate y su expresión cambió por completo.
-¿Qué?- preguntó Chris con el ceño fruncido- Pensé que ya no te interesaba ese tipo.
-Ha pasado menos de un mes, Chris- le respondió como si fuera lo más obvio del mundo. Su amigo puso los ojos en blanco- La realidad es que lo extraño mucho. Hace días que dejó de llamarme, supuse que se había rendido y si te soy honesta, la idea me dolió mucho.
-¿Por qué no vuelves con él y ya?-preguntó Chris, fingiendo desinterés. Una parte de él deseaba que Alexa se negara, pero otra quería que ella fuera feliz y Tom parecía hacer muy bien ese trabajo.
-No es tan fácil- le dijo Alexa tras pensarlo unos segundos- Tom no está preparado para estar con alguien que está enfermo como lo estoy yo. No quiero hundirlo conmigo, Chris y tampoco necesitó que él me hunda cuando no pueda darle lo que quiere.
-Entonces sean amigos hasta que te hayas recuperado- sugirió mientras comía una de sus golosinas. Lo decía con tanta facilidad que hizo dudar a Alexa por unos instantes y pareció que el último mes que se había quemado las neuronas pensando en Tom, habían sido en vano.
¿Alguna vez me recuperaré?
-No es mala idea- coincidió Alexa. Le dio una mordida a su barra de chocolate y lo saboreó. ¿Cuánta probabilidad había de que Tom quisiera ser sólo su amigo? Era casi nula. Ni a ella le agradaba tanto la idea, pero era lo mejor si se trataba de no involucrarlo demasiado y mantenerlo a la distancia.
-¿Tienes planes hoy?- preguntó Chris, cambiando de tema. Ella lo miró con una ceja enarcada y una sonrisa de lado- Por supuesto que no. Scar y yo queremos ir a tomar unos tragos, ¿vienes?
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Dr. Hiddleston
Fanfiction¿Qué sucede con la relación médico-paciente cuando llega un ángel a tu consultorio pidiéndote ayuda y te hace dudar de tu ética profesional? El Dr. Hiddleston siempre había querido ser un doctor distinto a los demás, él se involucraba con sus pacien...