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Sentados en el largo sofá, Alexa tenía las piernas entrelazadas con las de Tom, sosteniendo su plato con las manos mientras hablaban con la música de fondo.

-Dame eso- Tom le quitó el plato de las manos cuando hizo ademán de llevarlo a la cocina. Puso ambos sobre la mesita de centro y acercó su pequeño cuerpo al suyo. Bobby los miró sentada sobre la alfombra.

-Estuvo delicioso- halagó Alexa. Tocó con sus manos los brazos de Tom. Él se estremeció por lo frías que estaban y las acogió entre las suyas.

-Estás helada, Alexa- sopló su cálido aliento en el hueco en donde resguardaba las manos de Alexa- ¿Quieres un suéter extra?

-Estoy bien- le sonrió de lado y amigablemente sacó sus manos de entre las suyas. Tom negó con la cabeza y se incorporó.

-Iré por un suéter- le advirtió caminando hasta su habitación. Bobby fue tras él dando saltitos- No te muevas.

Ella se acurrucó en el sofá. Tenía mucho frío a pesar de la calidez del apartamento y de su ropa. Se abrazó a sí misma. Entonces, su atención fue captada cuando la pantalla del celular de Tom se encendió. No quería ser una entrometida, pero el nombre que leyó con fugazmente la hizo tomar el celular.

"Lisa:Feliz Navidad Tommy:)<3"

Frunció el ceño y apretó los dientes. Estaba a punto de devolver el celular a su lugar cuando Tom regresó. Ni siquiera se sintió avergonzada de estar husmeando. Tom le extendió un suéter azul que recordó haber visto en él antes. Sin darse cuenta de que Alexa tenía su celular en mano, volvió a sentarse y juntar sus piernas. Alexa se sintió traicionada y se apartó de él. Dejó el suéter a un lado.

-Te mandaron un mensaje, Thomas- él frunció el ceño por el tono hostil y agarró el celular que le extendió. La sangre se le fue del rostro cuando leyó el remitente. Bobby miró a ambos y se retiró de la sala como si presintiera que algo malo iba a pasar.

-No es lo que piensas- Alexa lo miraba con lo ojos entrecerrados. Nunca antes la había visto celosa y tenía que admitir que le gustaba esa faceta suya, pero no lo suficiente para arruinar la noche por un malentendido.

-¿Entonces no es tu ex escribiéndote? ¿No es eso lo que parece?- preguntó ella. Cada vez se arrastraba más lejos de él y Tom podía sentir su ausencia. Quiso alargar la mano y jalarla a su cuerpo.

-Sarah le dio mi número por alguna retorcida idea que tienen ambas de que volveremos- le admitió con un suspiro- lleva desde la cena con mis padres tratando de comunicarse conmigo, pero nunca le respondo.

Alexa lo miró sopesando sus palabras, pero no parecía convencida. Fue cuando ella se puso de pie que se sintió desesperado.

-Voy al baño, enseguida vuelvo- no esperó a que Tom afirmara antes de adentrarse en su habitación para entrar al baño privado.

Apretó los dientes y se incorporó del sofá para seguirla. Se apoyó contra la pared junto a la puerta del baño y esperó lo que fue una eternidad hasta que Alexa salió. Se sorprendió al verlo ahí esperándola con los brazos cruzados.

-¿Todo está bien?- preguntó Tom, inseguro. Alexa le creía, pero eso no quitaba el hecho de que estaba celosa. Eso no había sucedido el día que conoció a Lisa. Era extraño experimentarlo ahora, pero era difícil no sentirse insegura sobre la mujer con la que Tom estuvo a punto de casarse. Si ella aún sintió algo por Mich, ¿por qué Tom no?

-¿Todavía sientes algo por ella?- la pregunta se le escapó de los labios y lo tomó desprevenido, pero no dudó en negar con la cabeza.

-Claro que no- dijo Tom, con seguridad-¿No te he demostrado una y mil veces que es a ti a quien quiero?

Dr. HiddlestonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora