Je t'aime (Tr x Tn)

Capítulo 3

Era el día libre de la madre de _tn, así que estaban preparándose para ir a comer a aquella heladería que se veía tan interesante.

— ¡Bien, estoy lista! –comento la pelinegra.

— ¡También yo vamos por ese helado! –sonrio su madre haciendo un gesto hacia la puerta.

La chica rió y siguió a su madre.

Caminaron hasta llegar al lugar.

Pidieron sus helados y hablaban emocionadas sobre el lugar.

— Hay una piñata de colores.. –comento mirando el techo– ¡Mira mamá! Es un auto con la cara de tu helado.

— ¡Es cierto! –miro su helado– tomame una foto, rápido.

Se acercaron al lugar, la mujer hizo una pose mostrando su helado y el auto.

La chica tomo la foto y la miraron juntas.

— tomame otra, porque no se ve bien la cara –se apresuro a ponerse en el lugar nuevamente y la chica tomo la mejor foto que pudo.

— vamos a sentarnos, se me va a derretir el helado.

Se sentaron y comenzaron a hablar del colegio, de cómo era un lugar gigante, y de algunos chismes del trabajo.

Básicamente, intentaban recuperar el tiempo perdido en el cual la madre no se sentía cómoda con su vida.

Pero la chica espero hasta cuando esté momento de felicidad pudiera suceder.

Al terminar caminaron por la ciudad hasta llegar a un parque de diversiones.

Se subieron a la montaña rusa, luego a los caballitos que giran lentamente, porque la señora se mareo.

Caminaron por el parque hasta comprar helados y jugar algunos juegos, tenían pensado volver otro Día, porque ya era de noche y necesitaban ir a dormir.

— Es que yo siempre he pensado que la urraca esa quería el puesto de supervisor, porque eso de andar detrás del jefe no es normal.

— pero si sabes que no se lo dieron, tal vez sea así.

— puede ser, no lo sé..  –miro a la chica– tampoco debería hablar de esto con mi hija, ¡Lo siento! –comento avergonzada.

— ¿Si no es conmigo, entonces con quién? –rio.

— Ay si, no puedo hablar con mis compañeras, no me agradan.

— uh, tenemos tanto en común.

— debemos ser madre e hija –rio.

Caminaban con sus regalos en sus manos, habían ganado muchos premios.

No, mentira, solo tenían un peluche.

Fue lo único que ganaron, ambas eran nulas para esos juegos.

Pero ganaron un peluche, así que todo fue bien.

De pronto, solo se vio a un tipo salir de un callejón y saltar sobre ambas.

La mamá de la chica la empujó hacia un lado, mientras que el tipo la golpeaba en la cabeza con un bate de fierro y caía al suelo.

— ¡MAMÁ! –grito corriendo hacia ella– ¡LLAMEN UNA AMBULANCIA! –grito.

Giró su cabeza hacia el tipo que se acercaba a ella.

La chica lo miro con odio y se levantó amenazante. Divisó cada centímetro de su cara y ropa, tomo un paraguas que estaba cerca y lo atacó, el tipo retrocedió y levantó los brazos para golpearla.