Je t'aime (Tr x Tn)

Capítulo 15

Había pasado años sin llorar, nunca se sintió segura para hacerlo. Por alguna razón, sabía que si Baji estaba ahí, se sentiría mejor.

Se sentía segura a su lado, a pesar de que era un chico temperamental y bastante grosero, le gustaba el sentirse tranquila a su lado.

Llegó a un punto, en el cual, ya no divisó nada en la cama, y se arrodilló en el suelo. Baji junto su espalda con la de ella, mirando hacia la puerta de entrada, con un semblante bastante tranquilo, sabiendo que esto era lo mejor, para ella.

Tomo la mano de su madre, empapandola con sus lágrimas, las cuales no cesaban.

Se preguntaba si estaba bien, estaba llorando frente a su madre, estaba quitando el dolor de su alma frente a ella y con su amigo ahí.

Chifuyu fue a verla, una vez sintió su cara de preocupación en la reunión, Baji tenía que ir a casa, su madre le dijo que no llegaría temprano y tenía que alimentar a sus gatos.

Llegó en cuanto Chifuyu le dijo que estaban en el hospital, aunque lo suponía.

— Mamá... ¿Está bien pedirte que vuelvas?

Baji cerró los ojos, con dolor.

Ella lloró aún más, cada segundo ahí se sentía como una eternidad para ella, había perdido muchas cosas dentro del tiempo en el cual estuvo sola, una de ellas, era la posibilidad de sentirse segura con alguien.

No confiaba en nadie, tenía miedo de que alguien la lastimara, como aquellos en Valhalla hacían con las mujeres que se encontraban. En aquél tiempo, realmente no le interesaba, no era una mala persona, pero dejo de distinguir el bien del mal durante mucho tiempo.

Levantó su rostro, se seco algunas lágrimas con su ropa y se giro hacia el chico, lo abrazo desde la espalda.

Baji se sorprendió un poco, pero no lo tomó de ninguna manera errónea, quería que ella se sienta segura, sabía que posiblemente había visto cosas horribles, conocía como trabajaba Valhalla. Kazutora le había explicado varias cosas y otras tantas las vio, muchas las evitó. Pero aun así, por eso mismo, nunca estaba en el centro de reuniones de Valhalla. Además, Kazutora evitó que estuviera metido dentro de los asuntos de aquea pandilla, y solo le indicaba cuando sería la pelea.

No podía entender, a cuánto se expuso ella solo para encontrar la aquel que dañó su pequeña familia, no sabía cuán dañada estaba, despues de todo... él sabía que ella estuvo sola más tiempo del que podía imaginar.

Ella estaba recostada en su espalda, aferrándose con fuerza a aquella silueta de su amigo, no estaba segura de lo que hacía, se dejó llevar y por la misma razón solo se quedó ahí hasta que se calmó.

Se separó lentamente, Baji volteó hacia ella, quedando frente a frente.

— Gracias, por todos los buenos recuerdos que me haz dado, Baji. —sonrio dulcemente, con una voz algo quebrada.

  — Habrán muchos más pequeña, no te preocupes por eso, estaré contigo, siempre. —sonrio acariciando la cabeza de ella.

Se levantaron del suelo, para luego despedirse de la mujer que estaba en la cama de hospital, Chifuyu estaba afuera, esperando por los dos chicos, él no entró porque sentía que ese momento no era de él, su instinto lo hizo empujar a su mejor amigo dentro de la habitación, y al ver como ella salía con un semblante tranquilo, supo que había tomado la decisión correcta.