Je t'aime (Tr x Tn)

Capítulo 38: "Carta a una voz"

  — ¡Despierta por la mierda! —grito el pelinegro moviendo a la chica, hasta ver qué sus ojos se abrieron con miedo y comenzaba a jadear demasiado rápido, la tomo entre sus brazos para intentar controlar el llanto de la chica.

  Ella se tocó la cara, sintiendo agua sobre su cara, eran lágrimas, estaba impregnada de ellas. Intentó mirar a su al rededor, pero no reconocía nada, estaba entre los brazos de alguien, ¿Que demonios estaba pasando?

  Recordaba que no conocía a nadie, había matado a una chica rubia, ¿Era Emma? ¿O por qué demonios se parecía tanto? No... Era esa chica que tiempo atrás había muerto entre sus brazos después de que intentara conseguir drogas. Lo recordaba.
Pero ella no la había matado, es decir sí, en cierta forma, después de todo, _tn le proporcionó las drogas.

  — ¿Eh? —musito mirando la cara del pelinegro frente a ella— ...¿Kei?...

  — ¡Bebé! ¿Estas bien? —la miro con preocupación— ¡No me asustes así! ¡No despertabas carajo!

   — ¿Eh? —musito sin comprender nada.

Ella recordaba estar peleando, disparos, gente muerta... Personas gritando...

  Claro, eso había sucedido el día que la encontraron Zota, Ikku y Takemichi. Lo recordaba perfectamente ahora, solo que la persona en el suelo muriendo no era ella, era "Ino" la hermana de la chica que había muerto por sobredosis años atrás. Aunque era extraño, porque no recordaba haberla matado pero recibió un disparo de uno de sus aliados, haciendo que caiga al suelo mirándo a _tn con terror, le temía a la muerte.

Era natural, temerle a morir.

Ella no sentía eso.

Tal vez por eso consideraba que tenía miedo de sí misma, ¿Quien dice que por el solo hecho de que vivas significa que ames eso?

Aún cuando veía esa imagen de ella en el suelo muriendo, de que alguien moría por su culpa, no le temía, no sentía algún miedo de nada, ni de un arma, ni de ser golpeada, mucho menos de ver personas morir frente a sus ojos.

— ¡__tn! ¿Que sucede? —Baji le tomo el rostro haciendo que ella lo mire a los ojos fijamente.

Ella comenzó a llorar, mirando a su chico vivo, la conocía, la amaba, la quería y sobre todo, estaba ahí con ella.

Acababa de descubrir que no es que no es que no sintiera miedo, si no, que no tenía personas con quiénes quedarse, así que no consideraba ser importante para nadie. Pero...

Ahí estaba él, mirándola con preocupación, mientras ella lloraba y deseaba profundamente que se quede a su lado, que la abrace, que la ame y que la cuide porque ella quería hacerlo con él. Porque aquel chico, le había dado la mejor vida que podría haber conseguido.

Todo ese sufrimiento tuvo una recompensa y esa era él, Baji Keisuke.

Todo eso podía irse a la mierda, su sufrimiento, su dolor, su tristeza, todo que se vaya a la mierda siempre y cuando pudiera darle tiempo y vida suficiente para amar a aquel chico frente a ella.

— Kei... —musito entre su llanto, abrazándolo con fuerza, mientras recordaba todas aquellas veces que pudo haberlo perdido.

Ella no era buena para él, tenía problemas, tenía un pasado oscuro, tenía una vida echa mierda y sobre todo, había matado a varias personas.

Pero, si él estaba dispuesto a quedarse con ella, a amarla y cuidarla. Era capaz de botar todo eso, de mandar todo a la mierda y cambiar su estilo de vida para poder verlo a los ojos y saber que él está orgulloso de ella.