dos

3K 186 44
                                    

Lucrecia Bellido.

Al escuchar su voz no levanté la cabeza y seguí mirando mis hojas. Me detestaba a mí misma darme cuenta que me seguía poniendo nerviosa con su gruesa voz, que mi corazón latía con fuerza al sentir que estaba a mi lado sentado y la ansiedad que corría por mis venas al querer mirarlo y besarlo.

Mis uñas comenzaron a golpetear la mesa y rezaba que la profesora de matemáticas junto a Renata vengan para sacar al chico de mi lado, pero como la suerte que tengo siempre es una mierda, claro que eso no ocurrió.

⎯ ¿Puedes mirarme?⎯ preguntó con un aire divertido.

No me resistí y lo ví, para que se dé cuenta que ya no está invadiendo mis pensamientos día y noche. Que no me pregunto todo el tiempo si habrá comido o hecho sus tareas. Que ya no sueño con él, y mucho menos pensar cosas inapropiadas cuando suelta gemidos cansados en la clase de gimnasia.

Claro que no.

⎯ Jeon, hola.⎯ sonreí de manera tensa viendo sus oscuros ojos que no perdieron el tiempo en ver todo mi rostro.⎯ No había notado que estabas ahí.

Joder, se veía más hermoso que hace un año.

El cabello negro le llegaba hasta un poco arriba de las orejas, de las cuales colgaban piercings. Sus oscuros ojos aún tenían esa chispa de diversión e inocencia, pero la segunda no se veía tanto al ser opacada por algo de lujuria. Tenía la cabeza reposada sobre el brazo que comenzaba a tatuarse, mientras me miraba y pasaba la lengua por sus finos y dulces labios.

Llevaba los dos primeros botones de la camisa blanca desabrochados, y nunca odié tanto una prenda de ropa como en ese momento. La bragueta del pantalón la tenía un poco baja pero no sabía cómo decirle ya que sería muy obvio que ví en esa parte. También detesté mi falda azul, gracias a que se notaría si presionaba mis piernas.

⎯ ¿Cómo has estado? Además de hermosa.⎯ preguntó coqueto y bajé la cabeza mientras mordía mi labio inferior.

Odiaba que él supiera qué cosas decir para sonrojarme, y aunque haya pasado un año, pareciera que no pasó ni un solo día porque él me seguía conociendo a la perfección y yo me ponía nerviosa como en mi primera vez.

⎯ Bien, gracias por preguntar.⎯ respondí mirando hacia la puerta para después verlo.⎯ ¿Necesitas algo?

⎯ ¿Tengo que necesitar algo para hablarte?⎯ consultó frunciendo su ceño.

Dios mío, lamento mis pensamientos impuros.

No le iba a responder así que él tomó la palabra nuevamente.

⎯ »Pues sí, necesitaba decirte algo. Primero; te ha quedado muy bello el piercing en la nariz, creí que nunca te animarías a hacértelo.⎯ halagó y por impulso llevé mi mano a mi nariz, acomodando el arito.⎯ Y lo segundo es que...¿Sabes qué fecha se acerca...?⎯ preguntó mirándome con sus ojitos de Bambi.

Claro que sabía, pero no le diría.

⎯ Ni idea, la verdad que estoy algo perdida.

⎯ Primero de septiembre, bella, y ese día es mi cumpleaños, así que haré una fiesta y tú estás invitada con pase VIP.⎯ comentó y yo abrí los ojos sorprendida.

⎯ ¿Por qué no tengo invitación normal como los demás?⎯ pregunté confundida.

⎯ Pues...⎯ movió su dedo encima de la mesa mientras lo veía y hacía un leve puchero.⎯ eras y eres importante para mí, así que por eso estarás allí a las seis de la tarde. Es en mi casa, sabes la dirección.⎯ guiñó el ojo mientras se levantaba de la silla. Comenzó a caminar hacia su mesa y antes de sentarse gritó, siendo conciente que estaba, literalmente, en la otra punta del salón y todos lo iban a escuchar.⎯ ¡Espero que no faltes, o tendré que ir a rogarte!

i hate you| jjk✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora