treinta y seis

1K 90 28
                                    

Jeon JungKook.

Apenas ví que Lucrecia comenzó a vomitar, al igual que todos, mi primera reacción fue salir del agua con algo de asco al ver el líquido blanquesino que expulsaba la castaña. Pude ver como Renata tenía arcadas al igual que Massimo, así que fui yo el que se acercó a Lu que lloraba desconsoladamente mientras le pedía perdón a la cumpleañera.

Espero haber sido el único que haya notado que esas disculpas iban más allá de lo que había pasado recién, pero hasta me dió lastima como miraba a la pelirroja con los ojos rojos y las lágrimas cayendo, al igual que un pedazo de comida por su barbilla.

Joder, aún así te amo.

⎯ ¡Renata perdóname, yo no quería hacerte esto!⎯ exclamó entre lágrimas. Corrí el cabello de su cara y tomé la misma para que me mire.

⎯ Escucha, tranquilízate o te pondrás peor.

⎯ No creo que pueda sentirme peor de lo que ya me siento.⎯ respondió en un débil susurro antes de sollozar.

Pude ver que tenía la mirada triste, arrepentida de lo que había pasado, y aunque yo también me sienta así no podía dejarla, no ahora. Cuando entré a la casa de Renata y la ignoré a la castaña fue porque su amiga nos estaba viendo, pero moría por decirle lo preciosa que estaba y llenarla de besos.

Dejé de verla para mirar a mi novia, que ya se había cubierto con una toalla.

⎯ Tenemos que bañarla, no puede estar así.⎯ dije y ella asintió. Levanté a Lu en mis brazos, y aunque ella intentó alejarse no la dejé.

Caminamos entre las personas que al vernos se tapaban la nariz por el olor de la castaña, algo que comprendía totalmente porque era el que más cerca de ella estaba y no pasaba desapercibido ese feo olor. Massimo iba detrás nuestro y Renata delante, guíandome al baño, aunque ya sabía donde quedaba.

Cuando llegamos la senté en el inodoro, estando la tapa baja, y planeaba quitarle el vestido pero su amiga me detuvo.

⎯ Tú ve a buscar ropa, yo le saco el vestido.⎯ terminé solo asintiendo a sus palabras, antes de salir del baño ví que el novio de Lu llenaba la bañera con agua caliente y jabones.

Estando ya en la habitación de Renata busqué ropa cómoda, lo más seguro era que Lucrecia se quede en cama, porque no permitiría que vuelva a tomar sabiendo que podría darle un coma etílico. Bueno, creo que exagero un poco, pero aún así, no puede volver a tomar o se pondrá peor.

Tomé un pantalón, una camiseta mangas cortas, y unas bragas, aunque sabía que la última prenda era algo íntimo y no tendría que prestarse, estamos en casos de emergencia. Lucrecia no podía estar sin ropa interior, y seguramente si le poníamos la que llevaba puesta estaría incómoda.

Regresé al baño y la chica ya estaba dentro de la tina, con el pelo sujetado en un moño alto y los ojos cerrados. Massimo pasaba una esponja con jabón por uno de sus brazos mientras Renata miraba la escena. El vestido que llevaba Lu estaba en el canasto de la ropa sucia.

⎯ Aquí traje la ropa.⎯ avisé y Massimo se levantó, ya que estaba arrodillado en el suelo, y secó sus brazos.

⎯ Bien, yo tengo que irme.

⎯ ¿Qué?⎯ soltó la pelirroja confundida, y yo estaba en la misma situación.

⎯ Mi hermano me llamo y dijo que vaya a nuestra casa.⎯ respondió y yo sonreí con sarcasmo.

⎯ Sí, claro. A mí también me llama mi hermano a las tres de la mañana.

⎯ Oye si vas a burlarte..-⎯ se acercó a mí amenazante pero mi novia lo detuvo.

i hate you| jjk✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora