i hate you| jjk✓

veintinueve

Lucrecia Bellido.

Sí, claramente me arrepentía de haberle contado a mi madre del gilipollas que tengo como novio.

Suspiré observando el vídeo desde el celular de Renata, recién ingresabamos de las vacaciones de nuevo y claramente no había empezado de la mejor manera. Las dos primeras horas fueron aburridas, los profesores preguntando qué hicimos en vacaciones y bla bla bla, cómo si en realidad les importara.

⎯ Lo siento Lu.⎯ expresó mi amiga con pena mientras me veía. Estaba sentada a mi lado en la mesa del comedor.⎯ No quería grabarlo pero sino no me creerías.

⎯ Sí te hubiera creído, tonta.⎯ suspiré pasándole el celular luego de ver el vídeo de Massimo metiéndole la lengua hasta la campanilla a una chica de cuarto año.⎯ ¿Me lo pasas a mi móvil?

Mucho no me afectaba que Massimo me haya engañado, digo, creo que se estaba tardando bastante para hacerlo, me sorprende que no lo hubiera hecho antes. Pero algo en el fondo de mi mente se burlaba de mí y me decía que sí estaba afectada, mis ojos picaban un poco por las lágrimas pero no lloraría en el colegio.

Tampoco para llorar toda una vida por él pero...yo de verdad creí que quería comenzar de cero, y hoy estaba dispuesta a decirle a JungKook que dejemos toda esa mierda que habíamos tenido, aunque dadas las circunstancias...tal vez no es momento de que se termine.

Pero, no sé, de verdad llegué a pensar que estaba cien porciento dispuesto a ser solo mi novio y no de todas las mujeres. Aparte, ¿Con alguien de cuarto, en serio? Seguramente esa chica no pasaba los dieciséis, encima de infiel, pedófilo.

⎯ »¿Cómo vas con JungKook?⎯ pregunté tomando de mi jugo de fresas.

Bueno sí, claramente me gustaba hacerme sufrir a propósito preguntándole por su relación siendo que soy yo el cuerno de la misma, pero bueno, la curiosidad dentro mío exige saber si él la trata igual de bien que me trató a mí. En fin, supe que era masoquista desde el día en el que apretaron mi cuello para besarme y me encantó aunque casi quedaba sin aire.

⎯ Bien, bueno, eso creo.⎯ vaciló.⎯ Hablamos unas cuantas cosas y espero que ahora estemos mejor que antes, sin mis inseguridades metidas en el medio.⎯ soltó un suspiro para después verme con algo de vergüenza.⎯ Perdón por pedirte que te alejes de él cuando no tienes la culpa de nada, yo sé que si él quisiera intentar algo contigo lo rechazarías.⎯ me abrazó y yo tragué saliva.⎯ Eres muy buena amiga, Lu.

Nos separamos ya que Samuel vino a nuestra mesa y con, según él, extrema urgencia tenía que llevarme a un lugar. Yo simplemente acepté porque aún recordaba sus amenazas acerca del reloj, tal vez ya supo que no fui yo quien lo robó y al fin se me irá la paranoia de sentir que en todo momento alguien puede entrar a mi casa a matarme a mí, a Cia y a mi papá.

Acomodé mi cabello junto a los clips rojos que llevaba y miraba a mi alrededor, estábamos en los pasillos casi llegando a los baños de los hombres, y pude ver que Samuel, sin decir ni una maldita palabra, se metió ahí dejándome sola.

A los segundos salió otra persona la cual conocía muy bien, crucé los brazos mientras giraba los ojos antes de darme la vuelta para irme, pero su brazo en mi cintura no me lo permitió.

⎯ Así que Massimo no era tan buen novio como aparentaba, eh?

Empezó mientras caminábamos por el pasillo.

⎯ ¿Y tú cómo sabes de eso?⎯ pregunté con el ceño fruncido.

⎯ Mi reina.⎯ dijo irónicamente mientras corría mi cabello de uno de mis hombros.⎯ Estaba con Renata cuando lo vimos, si yo no se lo hubiera dicho ella no hubiera grabado.