treinta y nueve

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Jeon JungKook.

⎯ ¿Qué sientes cuando estás conmigo?⎯ pregunté mientras miraba el techo y acariciaba su espalda de arriba a abajo con lentitud.

Estábamos ya hace unos minutos en un cómodo y confortante silencio, luego de habernos sacado unas (en realidad fueron muchas) fotografías, Lu se acostó y me abrazó con tranquilidad. Yo me sentía sumamente cómodo y a gusto, hace rato no sabía lo que era pasar tiempo con tu pareja de una forma relajada.

⎯ ¿Por qué quieres saber?⎯ preguntó ella, esquivando mi pregunta.

Yo sabía que no podía pedirle que se enamore de mí en solo semanas, y también era algo obvio que Lucrecia sí sentía cosas por mí, podía notarlo cuando me miraba, o simplemente cuando ya no se negaba a venir a casa a pasar el rato, o tener una salida conmigo. Pero era una necesidad propia de querer saber, mediante sus palabras, qué sentía por mí. Que ella misma me lo confirme.

⎯ ¿Por qué no me respondes?

Suspiró para después acomodar su pierna sobre las mías.

⎯ No lo sé, hay veces que me siento culpable y otras que quiero quedarme toda la vida contigo.⎯ confesó.

Me senté en la cama, provocando que ella cayera acostada en el colchón ya que tenía la mitad de su cuerpo sobre el mío. Me miraba con atención, al igual que yo a ella.

⎯ Y podemos hacerlo.⎯ tomé su mano.⎯ Podemos estar juntos toda la vida, ¿Qué importan los demás?

⎯ Eso es muy poco empático de tu parte.⎯ sonrió divertida. Segundos después su sonrisa se desvaneció y desvió la mirada.⎯ Además, no es tan fácil como lo pintas.

⎯ Podemos juntar dinero e irnos. Con lo que yo gano en el trabajo, y si tú comienzas a trabajar, el año que viene ya podremos irnos a otro país.⎯ sonreí intentando convencerla. Me encantaba imaginarnos juntos, fuera de España y de todas las personas que conocemos.⎯ Podemos ir a Francia, como siempre quisimos.

⎯ Mi padre te mataría.

⎯ No si no sabe dónde estamos.⎯ respondí cómplice y ella negó con la cabeza. Se sentó en la cama y puso un mechón de su cabello detrás de su oreja.

⎯ Pretendes que nos escapemos, de tu madre, de mi familia, de Renata y Massimo pero no podemos.⎯ dijo y mi sonrisa se borró poco a poco.⎯ Es muy arriesgado, allá no tenemos nada, no podemos simplemente desaparecer de un día a otro.⎯ bajé la cabeza ante sus palabras.

Es que sí, ¿Quién quisiera escaparse así de la nada además de mí? Sé que estoy loco hasta cierto punto, pero tal vez lo que dije era demasiado. Aunque yo sí lo quisiera, obvio que me partiría el corazón dejar a mi mamá después de dejar solo una nota, sin decirle a dónde me iría, pero así como ella se fue de casa yo también haría lo mismo en algún momento.

El papá de Lucrecia me odia, eso es seguro, y su hermano probablemente igual. Ese sería el único motivo por el cual no le diría a mamá a donde nos iríamos con Lu, porque vendrían a preguntarle a ella y no quisiera que la amenacen o algo así para que le digan dónde está la menor de la familia.

⎯ Tienes razón.⎯ reí sin gracia.⎯ ¿En qué estaba pensando?

⎯ No dije que no me gustaba la idea, es solo que...no puedo dejar a mi papá y a mi hermano.⎯ sonrió levemente.⎯ Además, no estamos hechos el uno para el otro, amor.

⎯ ¿Qué?⎯ solté mirándola.

¿Que no estábamos hechos el uno para el otro? ¿Qué se necesita para estar conectados? Sé todas sus cosas y ella sabe las mías. Cuando empieza una frase yo puedo terminarla. Nos gustan casi las mismas cosas. Conozco a su familia y ella a la mía. Nos amamos. No entiendo, ¿Qué falta?

i hate you| jjk✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora