i hate you| jjk✓

final

Jeon JungKook.

Entré a la escuela en un nuevo día, completamente aburrido como estaba siendo todo últimamente, definitivamente, es horrible no tener amigos y andar solo, hasta presto atención a las clases por el aburrimiento. Samuel no volvió a hablarme, y al contrario, se hizo un grupito de tres junto a Renata y Massimo, seguramente tenían de nombre en su grupo de WhatsApp "los que odiamos a Jeon JungKook".

Cosa que me ponía muy triste perder mi amistad con él, pero sabía que tiene sus debidas razones para no querer seguir cerca de alguien tan tóxico como yo, que le soltó la mano cuando estaba en el proceso de salir del closet y demás, y todo por dos mujeres que hoy en día ni les hablo. Pero no voy a negar que me dolía ver a Samuel y recordar que tenemos una historia juntos desde los doce años, y que de un momento a otro se esfumó. Lo extraño, mucho, pero yo sé que él está mejor sin mí a su lado.

Después, nunca supe nada más de Lucrecia. Hace cinco semanas no la ví en la escuela, no se hablaba con nadie como para preguntar el paradero de ella, y la verdad que comenzaba a preocuparme. No la considero capaz de suicidarse o algo así, pero estoy a un pelo de ir a buscarla a su casa, aún sabiendo que su padre me echaría de una patada en el trasero. En estás cinco semanas la llamé, mandé mensajes por todas las redes sociales, y quise comunicarme con ella, pero siempre cortaba la llamada o ignoraba mis mensajes. Entendí su indirecta de que no quería nada conmigo.

Así que, al final de toda esta historia, ¿Qué sentido tuvo haber lastimado a Renata, alejarme de mis mejores amigos, dejar el trabajo y descuidar los estudios? Si Lucrecia no está conmigo, no es mi novia, y no superamos nada de todo esto juntos. ¿Es muy tarde para arrepentirme?

A lo lejos ví una larga cabellera larga de color negro, extrañamente me parecía muy conocida, y estaba en el casillero de Lucrecia, así que me acerqué ya que pensé que podía robarle sus pertenencias. A pesar de que no aparecía por la escuela hace tiempo, ese casillero nunca dejó de tener su nombre.

⎯ ¡Oye! Ese casillero ya tiene dueña.⎯ dije.

Pero me llevé una gran sorpresa cuando se dió la vuelta y me miró con una pequeña sonrisa apenada.

⎯ Ya lo sé, es mío.

⎯ Lu.

⎯ Kook.⎯ respondió.

Estaba cambiada, me parecía sorprendente que en cinco semanas haya cambiado más de lo que la ví en toda su vida. Tenía el cabello de color negro, no llevaba sus llamativos zapatos con tacón alto de casi siempre, tampoco el uniforme del colegio. Tenía un maquillaje sutil, su atuendo de igual manera lo era, y por algún motivo la notaba distinta en cuanto a su actitud, pero no sé por qué.

⎯ Al fin apareciste.⎯ hablé después de unos minutos callado. Ella asintió para después sacar un perfume que tenía en su casillero.⎯ Te has perdido muchas clases, si quieres luego te paso los apuntes y...

⎯ JungKook, ya no vendré a esta escuela.⎯ soltó.

⎯ ¿Qué?

La información me cayó como un balde con agua helada llena de hielos. Esas cinco semanas sin saber nada de Lucrecia habían sido un calvario para mí, no sabía si seguía en España, si estaba bien, o si siquiera seguía con vida. Y ahora me dice que se irá a otra escuela, así como si nada, faltando menos de seis meses para terminar el año escolar, y con eso la escuela secundaria, para pasar a la universidad. Simplemente para mí era...no sabría describirlo.

Dejará la escuela en la que nos conocimos y guardamos tantos recuerdos. Va a dejar estos pasillos por los cuales caminaba con tanta elegancia y actitud. Dejará de entrar al baño que siempre iba a retocarse el maquillaje o para escuchar chisme de otras mujeres. Dejará de sentarse en la mesa de siempre. Los profesores dejarán de nombrarla cuando tomen asistencia. Me va a dejar a mí.