i hate you| jjk✓

cuarenta

Lucrecia Bellido.

Ya era martes y estábamos con Renata en el receso, comiendo cada una su desayuno, que consistía en bebidas calientes y algún acompañante como galletas o dulces. Hoy en la mañana la había visto algo extraña, pero dejé de darle importancia a eso cuando comenzó a hablar con normalidad y dejó de analizar a su novio con la mirada.

Sí se cruzó por mi cabeza el pensamiento de que podía haberse enterado del engaño, pero lo descarté al instante porque no éramos tan obvios, además de que no se hubiera comportado tan normal con JungKook y conmigo sospechando de que era la engañada de su relación. Suponía que le pasó algo en casa, o tal vez tenía algo pendiente para hablar con su novio y por eso gran parte de las primeras horas estuvo viéndolo como si le hiciera una radiografía.

⎯ Oye, ¿Cómo vas tú y Massimo?⎯ preguntó viéndome antes de comer su galleta. Yo levanté los hombros sin tomarle mucha importancia.

Ayer, después de su llamada en la cual no le tomé ni un poco de importancia, no volví a hablar con él, y hoy en la mañana se veía bastante serio. Para mí sorpresa ni siquiera me saludó con un beso en los labios, como hace todo el tiempo, solo me dió uno en la mejilla, pero tampoco iba a reclamarle, digo, ayer peleamos y yo quedé como la ganadora, así que no pensaba perder mi orgullo para ir por él.

Tal vez ayer estaba llorando y me pidió perdón, por primera vez confesandome que me había engañado porque le dí a entender que en poco tiempo terminaríamos, y lo hizo para hacerme sentir "culpable" o ablandar mi corazón y no pensar en acabar la extraña relación que tenemos. Capaz era extremadamente poco empático, pero si vamos a lo que es, mi novio tampoco siente mucha empatía por mí, digo, se va mientras yo estoy con tremenda resaca y encima va a follar con otra persona.

⎯ Bien, creo.⎯ respondí simplemente.⎯ No lo sé, estamos en un raro momento.⎯ rasqué mi mano.⎯ ¿Y tú con JungKook?

⎯ Oh, em...⎯ sonrió levemente.⎯ bastante bien a decir verdad, aunque pensé que sería más cariñoso pero igual me gusta muchísimo.

⎯ Quizá es porque recién van unos días de novios, más adelante se pondrá meloso y no lo vas a soportar.⎯ bromeé sin malas intenciones, pero cuando ví que dejó de sonreír pensé en que tal vez metí la pata, dando a entender que conozco a su novio más que ella.⎯ Digo, eso pasa con todos, así que es algo a lo que tienes que acostumbrarte para cualquier otra pareja.

⎯ Sí, tienes razón.⎯ sonrió de nuevo mientras negaba levemente con la cabeza.

Es como algo extraño ser la amante y saberlo, porque sé que estoy haciendo algo completamente incorrecto, y para peor es saber que tengo sentimientos por ese amante, porque si fuera algo de solo sexo seguramente podría ser más fácil de sobrellevar. Pero no, Lucrecia Bellido tenía que ir a sentir amor por el tonto de su ex novio, y encima ponerse celosa con las experiencias que cuenta su amiga.

Yo sé que Renata no tiene la culpa, y tampoco está mal que me cuente sus excelentes citas con su tan "perfecto" novio, porque sé que si ella no estaría con él y supiera que a mí me gusta, no haría nada de esto. Pero ese es el problema, que yo estoy haciendo todo esto a escondidas de ella, y es obvio que no me da la cara para decirle la verdad, menos sabiendo que todavía tengo meses para seguir viéndola todos los días en el curso.

⎯ Por cierto,⎯ hablé de nuevo para dejar de pensar en mi culpabilidad.⎯ ¿Por qué ayer no has...?

Iba a seguir hablando cuando una mano se encerró en mi antebrazo y por el susto me moví, pero me fijé que era Samuel quien me estaba sosteniendo y de manera inmediata mis cejas se fruncieron con confusión.

⎯ Ven ahora.

⎯ ¿Para qué?

⎯ ¡Que vengas, Lucrecia, joder, tu novio se está por agarrar a los golpes con mi mejor amigo!⎯ exclamó y nuevamente tiró de mí, esta vez levantándome de la mesa para comenzar a guiarme a donde estaban las dos personas que peleaban. Renata nos seguía detrás mientras le preguntaba al pelirrojo si sabía por qué peleaban aquellos dos.