veinticuatro

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Jeon JungKook.

Las cuatro de la mañana y yo con los ojos más abiertos que un búho siendo que dentro de dos horas tengo que arreglarme para entrar a la escuela. Ya no sabía qué más hacer para dejar de prestarle atención a esos ruidos que hasta comenzaban a darme ganas de llorar.

Mamá había venido con un acompañante está noche, y yo nunca estuve en contra de que tenga sus "noviecitos" de una noche, pero el trato era que yo no esté en casa, porque lograba incomodarme muchísimo. Pero ahora, con ese tal Darío, no le importó traerlo un día que yo esté y encima al otro día tener que asistir a la escuela.

Creo que a las dos de la mañana comenzaron los ruidos, no sé si fue por instinto de hijo o qué pero apenas escuché la cama moverse abrí los ojos, siendo que me cuesta mucho despertarme, mamá hasta podría dar vuelta la casa y yo no me enteraría. Pero en ese momento, cuando escuché ese ligero sonido mis ojos se abrieron con brutalidad y la incomodidad comenzó a crecer en mí cuando escuché gemidos de la pareja.

Creo que lo que más llegaba a incomodarme era escuchar a mi mamá, no me interesaba el desconocido, no sería la primera vez que los escucho de alguien que no conozco. Pero mamá es la persona que me crió, y sé que va a ser... extraño verla, porque recordaría lo de esta noche y me pondría incómodo de nuevo.

No digo que no puede tener vida sexual, porque todos tenemos, pero hacerlo estando tu hijo en casa cuenta como abuso sexual, y me extraña que ella siendo abogada no sepa de esa ley. Tampoco voy a denunciarla, obvio no, pero sé que va a ser lo mismo de siempre que le hable de ese tema porque lo va a volver a hacer.

Capaz de ella saqué esa horrible manía de hacer todo un bucle. Lo hablamos, me pide perdón y promete que no lo va a hacer, pero después lo hace nuevamente. Yo hacía lo mismo con Lucrecia, y recién ahora puedo ponerme en su lugar porque lo estoy viviendo con mamá, aunque prácticamente lo viví toda mi vida.

Yo a ella la amo, pero esas actitudes de mierda las detesto con mi vida entera. ¿Tanta calentura tenía que ni siquiera pudo pedirme que me vaya a lo de Samuel? No me iba a molestar si me echaba de la casa por un día, al contrario, ahora estaría de lo más feliz soñando en una cómoda cama sin prestarle atención a los ronquidos de mi mejor amigo.

Suspiré sabiendo que no iba a dormirme. Me puse los audífonos y busqué algún vídeo en Youtube para distraerme, seguramente en la escuela iba a estar que me caía del sueño, pero qué más da. Pero aún así parecía que seguía escuchándolos y lo mejor que se me ocurrió fue levantarme de la cama y dirigirme a la puerta de mi habitación.

Es que, mierda, si hasta cuando me hago una paja me lastimo los labios al morderlos para no hacer ruido solamente para que la señorita mamá no se incomode.

Abrí la puerta y cuando salí al pasillo la cerré con fuerza a propósito, para que se enteren que sigo despierto y por ende los escucho. Los sonidos se detuvieron y suspiré en paz. Bajé por las escaleras haciendo mucho ruido, me adentré en la cocina y abrí la heladera para tomar agua fresca.

Una vez ya fresco subí las escaleras y escuché susurros, ni siquiera entendía lo que decía pero cuando se escuchó otro jadeo no dudé en golpear con mi puño la pared y simular que me golpee sin querer.

⎯ La puta madre.⎯ me quejé "adolorido" en un alto volumen de voz.

Volví a entrar en mi habitación, sin importarme mucho en que podía hacer la puerta giratoria por la fuerza que apliqué. Estaba por recostar mi cuerpo en la cama pero ví a Delilah olfateando debajo de la misma así que miré con duda de que haya alguna rata o un gato, pero no encontré nada además de mis cosas.

i hate you| jjk✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora