i hate you| jjk✓

once

Jeon JungKook.

Detestaba todos los días del colegio pero hoy, hoy era mi día, joder, hoy iba con todo y nadie podría detenerme. Soy Jeon JungKook, y lo que quiero lo tengo, I want it y got it dijo Ariana Grande.

Cuestión que hoy nos iríamos de campamento, todos los últimos años iríamos, tal como la profesora de matemáticas le había dicho a mi mejor amigo, Samuel. Aún me parecía algo extraña y perturbadora la relación que tenían ellos dos, pero no es mi relación, así que no opino.

De lejos veía a Lucrecia con Renata, la segunda hablaba y hablaba mientras la primera parecía ausente, perdida, hasta podría decir que triste. Algo dentro mío esperaba que no sea por el motivo que pensaba, en estos días estuve hablándome con su amiga, diciéndole que era muy linda y cosas así, técnicamente coqueteando, pero nunca llegué a pensar si a Lu le podía afectar en algo.

Pero, a ver, ella no es una chica insegura, y estoy segurísimo que le pasó otra cosa para estar con esos ánimos, que al parecer Renata no notaba porque seguía hablándole emocionada de anda a saber qué cosa. Sentí una mano en mi hombro y miré a Samuel, pero él tenía la vista en otro lado.

⎯ ¿Habrán peleado?⎯ preguntó al aire viendo a Massimo y Lucrecia. Yo levanté los hombros actuando como si no me importara, pero la verdad es que moría por saber qué pasó para que él la mire con tanto enojo y ella se encuentre en otro mundo.

La profesora de religión me sacó de mi burbuja, nos iba llamando por nombres para contar que estemos todos e íbamos subiendo al autobús, en donde, según yo, me iba a sentar con mi mejor amigo, pero desde que le conté que estuve hablando con Renata cambió de opinión y me dejó con ella.

Aún así, en mente tenía pasar la noche en la carpa con Lucrecia. Podía sonar cruel, y era conciente de ello, pero a Renata no podría llegar a quererla de una manera romántica. Tal vez de amistad sí, pero mientras tanto podría simplemente usar coqueteos sutiles, y que salga lo que tenga que salir. Tal vez así pueda olvidarme de una vez por todas de Lucrecia, que al parecer no había ni un solo chance para ser novios.

Tengo dieciocho años, soy relativamente mayor y por ende conciente de mis acciones. Sé que esta increíblemente mal que juegue con los sentimientos de una persona, pero simplemente surgió. Y, por muy poco empático que suene, tal vez era mejor para mí y podía al menos sentir una leve atracción por ella. De cierta forma me auto obligaba a tener sentimientos por Renata con tal de olvidar a Lucrecia.

Sentí alguien sentarse a mi costado y al instante un brazo se enganchó con el mío, miré hacia adelante y Lucrecia estaba sentandose en unos asientos mucho más adelante nuestro, y al mismo tiempo un chico de cabello negro se sentaba a su lado mientras le mostraba una gran sonrisa. ¿Y ese quién es?

Fuera celos, recuerda que Lucrecia no es nada tuyo.

Por cierto, hablando de ella, no olvidaba lo que pasó hace una semana en su casa, y mucho menos que me había prometido cinco besos si yo me iba de su casa. Tal vez esta noche le cobre alguno.

Sentí un dedo tocando mi hombro y dejé de ver a Lu para encontrarme a Renata. Vestía unos jeans negros con roturas en las rodillas y en la parte de arriba una chaqueta parecida a las que usan los estadounidenses. El cabello lo tenía suelto y me miraba con atención.

⎯ Hola, ¿Cómo estás?⎯ pregunté con una pequeña sonrisa. Ella me caía bien, es una chica interesante de verdad y también muy bonita. Lo único que tal vez me asustaba un poco era la forma en la que me miraba, como si fuera Chris Evans o alguien así.

⎯ Muy bien, ¿Y tú?

⎯ Bien, gracias por preguntar.⎯ dejé de verla para volver a ver a su amiga, la cual también hablaba con el chico de su costado. Estoy seguro que a él le ví en los pasillos de la escuela, pero no podía descubrir con certeza quién era.⎯ ¿Sabes qué le pasa a Lu?⎯ pregunté sin verla.⎯ La he notado algo perdida.