cuarenta y cinco

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Lucrecia Bellido.

Siempre supe que este momento tarde o temprano llegaría, pero no pensé que sería tan pronto y en un momento que ninguno de los dos esperábamos. Renata luego de vernos salió corriendo, yo la seguí detrás y JungKook también venía detrás de nosotras. Mientras bajabamos las escaleras Samuel nos vió confundidos mientras salía de un cuarto, no le tomé importancia, no sabía de lo que era capaz Renata ahora y no quería perderla de vista.

Supe que fui una mierda de persona desde el momento que me metí con el novio de mi amiga, y ahora no voy a buscar nada para justificar mis acciones porque simplemente no hay justificación para esto. Pero me ponía mal darme cuenta, demasiado tarde, de que perdí una amistad por la tentación de estar con alguien prohibido, sumando que me enamoré nuevamente de ese alguien prohibido.

⎯ ¿Qué ha pasado?⎯ preguntó Massimo, quien estaba en el piso de abajo y Renata se largó a llorar a sus brazos mientras se abrazaban. Fruncí el ceño confundida, ¿Desde cuándo ellos dos se llevaban tan bien y tenían tanta confianza? Aunque bueno, en este momento era lo último que podía llegar a preguntar.⎯ Reni, ¿Por qué lloras?⎯ le preguntó mientras Samuel también se ponía a su lado. Tanto JungKook como yo estábamos confundidos ante el comportamiento de ellos dos, pero para ser sincera yo no podía decir nada, estaba llorando a mares por los nervios.

Seguramente me veía horrible con el maquillaje corrido, pero ahora no podía pensar en eso cuando Renata se separó bruscamente de Massimo y empezó a gritar para que puedan oírla más personas además de nosotros.

⎯ ¡Eres una maldita puta! ¡Ambos, ambos son unos hijos de puta!⎯ gritó enfurecida y dolida. Yo simplemente la escuchaba, no podía decir ni una palabra. Tenía su maquillaje oscuro corrido en su rostro.⎯ ¡Nunca creí que me harías esto, Lucrecia! ¡Te odio!⎯ dijo para después acercarse a mí, tomándome del cabello. Yo en modo de defensa comencé a rasguñarla con mis uñas afiladas, tanto en el rostro como en el cuerpo. Me sentía muy débil como para pegarle, además de que no me sentía capaz de hacerlo.

JungKook se metió y la tomó de los brazos para empujarla lejos mío, ella cayó en los brazos de Samuel que miraba mal a su mejor amigo pero no le dijo nada. Pude ver en los ojos de la pelirroja como se le rompía el corazón en mil pedazos al ver que su enamorado me defendía a mí antes que a ella.

⎯ No la toques, Renata.⎯ ordenó seriamente Jeon y yo no dije nada, pero sentía una terrible culpa por todo lo que estaba pasando. La mejilla de ella sangraba por una cortada de una de mis uñas.

⎯ Encima la defiendes, maldito hijo de puta.⎯ dijo sarcásticamente. A todo esto, las personas se comenzaron a centrar más en nosotros que en la fiesta en sí, así que la música estaba más baja para que los chismosos puedan oír.⎯ ¡Deja que se defienda sola!

⎯ Yo no pienso pelear por un hombre contigo.⎯ hablé finalmente.

⎯ ¡¿En serio lo dices, amiga?!⎯ exclamó irónicamente. Comencé a asustarme porque realmente se veía como una loca.⎯ ¡Tenías que pensar en eso antes de acostarte con él!

⎯ ¡¿Qué diablos pasó para que te pongas así?!⎯ preguntó Massimo tomando a la pelirroja de los brazos.

¿No lo sabías? La encantadora Lucrecia, y el encantador JungKook, han estado follando.⎯ dijo y Massimo me vió simplemente con seriedad, supongo que era el que más se lo veía venir. Yo cerré los ojos decepcionada de mí misma, de JungKook, de todo. Solo quería ir a casa, abrazar a papá y llorar en sus brazos, pero este problema no se arreglaría con un simple abrazo de papá. Ella comenzó a gritar, nuevamente, mientras miraba a los demás.⎯ ¡La maldita zorra de Lucrecia Bellido se mete con los novios de otras chicas!

i hate you| jjk✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora