T2, Capítulo 19.

317 25 21
                                    

Cuatro meses después...

—Acho mami....—Estaba bastante agitado. Ella estaba como loca al hacer esto.—¿No te cansas? Cuándo te baja el período te pones bien ninfo.

Ella me miró, estaba en cuatro moviendo su hermoso culo mientras le daba.

—Esto es para que no necesites buscar a zorras de por ahí.—Su voz también estaba agitada, su respiración irregular y sus gemidos cada vez más altos.

De pronto se distanció un poco, me miró tumbando mi cuerpo la cama, rápidamente se subió encima de mí.

—Puñeta.—Gruñí al sentir como movía con ganas, si antes se movía como una Diosa ahora se movía como un demonio sexual en busca de saciar su sed.—No tengo que buscar nada.—Cerré mis ojos, mis manos estaban en su cintura ayudándola.—Te voy a dar hasta que chorro lo botes.

En respuesta a eso, soltó un gemido mordiendo sus labios, incrementó la intensidad. Bajó un poco su cuerpo para poder besarme mientras seguía, aproveché eso para mover mis caderas de forma fuerte y profunda causando que en medio de nuestro beso dejara salir pequeños gritos.

No estabamos usando protección, esto solo sucedió. Ella estaba en sus días y yo no la tocaba en esos momentos pero me despertó con un oral por la mañana, quise resistirme pero aquí estoy apuntó de eyacular.

—Amor...—Un grito ahogado salió de sus labios dejando caer sus fluidos en mi miembro, la besé nuevamente mientras me volvía a mover aún con ella encima de mí, y se la eché adentro. Nunca lo habíamos hecho pero se sentía tan placentero.

...

—¿Te sientes bien? ¿Te duele el vientre? ¿Necesitas al...?

Ella reía, dejó un corto beso en mis labios. Mientras reposaba en mi pecho, ambos nos cubiertos con la sabana.

—Estoy bien en serio, no sabes las ganas que tenía de hacer esto. Te había extrañado tanto...

—Yo también, beba.—Nos fundimos en un tierno beso pero sus intenciones eran otras al sentir como su mano se deslizaba hasta llegar ahí y masturbarlo lentamente.—Nena, acabamos de terminar, ¿aún quieres más? Ya hicimos muchos.—Reí.—Necesito descansar al menos treinta o cuarenta y cinco minutos para poder volver a chingar contigo.

—¿Acaso no me extrañaste?—Se veía tan tierna.

—Si lo hice y mucho, nena. Pero me sacaste todo, estoy seguro que no tendré leche como en dos semanas.—Reí.

...

Narra Ariana.

Llegué tarde a Alofoke por estar con Noel haciendo sudar nuestros cuerpos sin descanso. Pero no me arrepentía de nada, además hoy era mi último día del período, casi no sangraba en la mañana ni hasta ahora. Andrés se fue, no más dolores menstruales ni cambios de humor que me jodian y tenían a Noel loco.

—¿Esa sonrisa a que debe? Llegaste muy feliz hoy.

Sonreí aún más.

—Solo fue una buena mañana, Lilieth.

—Uh, alguien tuvo un mañanero hoy. ¡Que sucia eres! Por eso llegaste tarde hoy.—Golpeó levemente mi hombro y ambas reímos.

—No sé, tal vez sea esa la razón, pero es más probable que me quedé dormida.

Sonreí.

—¡Por Dios! No te creeré nada, solo sé que el pobre Noel debe estar que casi se desmaya por cómo eres.

Me Pelea. [Noriel Danger] ©.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora