Me Pelea. [Noriel Danger] ©.

T2, Capítulo 03.

15:30 Pm.

—¿Te gustaría ir a comer hamburguesa o helado, nena? Debes estar muy cansada y con apetito.

Gustavo iba guiando mientras una de sus manos en mi pierna con una sonrisa en en rostro mientras miraba a la carretera, mordí mi labio lentamente bajando la mirada a su entre pierna.

—Si, me encantaría comermelo, bebé...—Miraba su miembro mientras él seguía mirando a la carretera.—Por qué no te paras un momento, necesito algo.

Él paró el auto en una esquina un poco desolada por la hora.

—¿Qué nece...?

Lo besé con mucha pasión colocándome encima de él, gemí levemente en su boca.

—Ari, que te pasa? Yo...

Quité mi chaqueta rápidamente para quitar mi camiseta mostrándole mi brasier blanco.

—Quiero hacer travesuras, compensa que nos cojan no sé si cachas lo que se me antoja... Quiero experimentar.—Susurré suavemente en su boca para moder su labio inferior mientras desabotonaba su camisa.

—Pero bebé, estamos en la calle y nos pueden ve...

Narra Gustavo.

Ella empezó a moverse rozando nuestras partes, la fricción empezaba hacer efecto procando una erección pero no podía complacerla aquí en el carro en una esquina donde todis nos podían ver.

—Quiero hacerlo aquí contigo.—Sus labios se estamparon con los míos de forma feroz, mis manos temblorosas fueron a su cintura, estaba asustado. No quería que nos vieran, la adrenalina no era lo mío.—Cógeme duro, cógeme tan duro que no necesite de otra cosa para tener placer.—Susurró en mi oído descendiendo sus labios a mi cuello para dejar besos de forma caliente allí.

Sus sucias palabras me excitaron más haciendo que mi erección creciera aún más de lo que estaba. Pero era un hombre razonable y no podía caer en esto, podíamos esperar a estar mi en habitación.

—Nena yo creo que esto... ¡Mierda!—Fui interrumpido al ver que quitó su brasier, una de sus manos se metió en mi pantalón acariciando mi miembro mientras con su otra mano se estimulaba tocando sus pezones, sus labios nuevamente me besaron ferozmente.

—¿Tú no querías comer? Pues cómeme.

Ten fuerza Gustavo, aquí no... Aquí no.

La separé lentamente de mi cuerpo quitando su mano de miembro.

—No quiero, por lo menos aquí no, mi amor.

Ella pareció molestarse porque rodó sus ojos con obstinación volviendo al asiento de copiloto, tomó su brasilero junto con su camisa para colocársela de forma molesta.

—Mi vida, no te molestes. No es que no te tenga ganas sólo que creo que es muy peli...

—Sí Gustavo, ya entendí. Solo llévame a casa, estoy cansada.

Suspiré, ahora me sentía muy mal.

Narra Ariana.

17:26 Pm.

Gritaba y saltaba encima del consolador mientras se introducía en mí con cada movimiento.

—¡Oh!... Mmm.

El sudor recorría mi cuerpo, estaba tan ardiente por el placer que sentía justo ahora.

—Noel...—Susurré finalizando mi orgasmo.