Me Pelea. [Noriel Danger] ©.

T2, Capítulo 18.

Tres meses después...

Ariana y yo llevábamos un mes saliendo y sentía todo tan bonito, como la primera vez que la vi.

Flashback.

—Baby, pero ¿Por qué te tienes que ir?

Ella me besaba reteniendome en la puerta de su casa.

—Mi amor mañana tengo que trabajar, toy' trabajando en algo importante pa' mí carrera, mami.

—¿Ya yo no te gusto, eh?

Hizo un tierno puchero y reí.

—No me bajes con religión, beba. Tú sabes que es la que hay contigo mami, debo irme pero te llamo mas tarde como a eso de las seis pa' verte. Te quiero.

La besé y me fui finalmente a duras penas, porqué tampoco quería irme, me gustaba pasar tiempo con ella.

Fin del flashback.

—Oyeme tu tiene media hora con ese diente pelao' de aquí a aquí. ¿A ti que te pasa, manito?

Seguía sin quitar mi sonrisa.

—Ando aficiao' nuevamente.

—No, si ya veo que la chamaquita anda asarando pero el corazón tuyo.

—Es que... Ella cambió y me lo ha demostrado, hermano. Esto era lo que nos hacía falta.

—Yo creo que deberías enviarle un mensaje.—Amenazzy me sonreía mirando mi celular, decidí llamarla.

Me levante de la silla, él lo entendió y salió.

—¿Cómo está la nena más dura?

Escuche su risa.

—Extrañándote, me prometiste que a las seis nos veríamos y ya son las nueve y apenas me estás llamando.—Su voz se oía triste, suspiré. Si lo sé, sé que le prometí eso pero surgió algo a última hora de una canción, se nos complicó to' y no pude, no me dio break de tocar el celular, Santana sin querer borró las voces grabadas.—Y yo te estaba esperando con algo especial, solo para ti mi amor.

Sonreí, sabía a lo que se refería.

—Perdóname por no avisarte antes beba, es que pasó algo aquí de locos y estuve en eso pero ya mismo le caigo a tu casa, esperame allá.

Escuché su risa.

—Espero que esta vez si vengas, te he extrañado mucho baby.

Minutos después se colgó la llamada, iba vía a su casa.

...

Narra Ariana.

Lo besaba desde hace un buen tiempo y sentí como una de sus manos descendía por mis piernas, y sus besos iban acariciando mi cuello. Reía.

—No, no toques.

Quité su mano del interior de mis muslos. Oí como gruñó de frustración.

—No es justo, tenemos diez minutos besándonos y ya lo tengo bien parao'. ¿Por qué no puedo tocar a mi novia?

—¿Eso es solo en lo que piensas cuando me ves, en solo sexo salvaje?

—No sólo en eso si no tam...

—No te preocupes que yo también te deseo mucho, papi. Así que ponme en cuatro de una y acapella.

Quité mi short de mi pijama y me coloqué en posición en la cocina. Él parecía asombrado pero pude oír como quitaba su cinturón rápidamente bajando todo para adentrarse en mí, jaló mi cabello tal y como me gustaba, fuerte. El primer gemido salió y no pude contener los que le seguían.