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Namjoon se veía realmente elegante, él no solía vestir así, a pesar de pertenecer a una de las familias más influyentes de Corea.
Aunque no le gustara trabajar ahí tenía presente lo que su familia le había enseñado. Incluso inconscientemente, desde que vió como se deshacían del cuerpo inerte de su tía tras dar a luz, sabía que las apariencias eran lo más importante.

O tal vez lo único importante.

Por lo tanto debía vestir bien.

Por eso mismo cuando vió a Seokjin levantarse discretamente y salir del auditorio sin ningún tipo de permiso, frunció el ceño.
¿Que pensarían de él? Que no podía controlar a sus alumnos, a adolescentes.

Siguió al pelinegro algo molesto por varios pasillos, hasta llegar a las duchas del instituto.

Pudo haber llamado su nombre, sin embargo sentía algo de curiosidad.

-

El acto había comenzado.

Jungkook no sabía de qué se trataba, sin embargo, cuando vio a los oficiales a cargo del caso de Sunny, a sus padres y a aquel chico que se llevaba con ella, J seph, en el escenario, sintió como sus manos empezaban a temblar.

Yoongi, quién se encontraba sentado a su derecha se cruzó de brazos esperando que dijeran algo estúpido para hacer un escándalo, a ese punto ya estaba harto de toda la mierda en contra de su mejor amigo. Y Jamhy a su izquierda marcaba un ritmo con su pie, algo ansiosa.

-Todos aquí conocimos a la joven Sunny, quien fue estudiante de nuestra institución desde que era una pequeña niña, y de verdad se ha sentido un cambio en nuestros pasillos desde que ella no está- decía la subdirectora- esto no es nada fácil para ninguno de nosotros, y mucho menos para sus padres.

A Jungkook le sorprendía la hipocresía que había a su al rededor, todos los alumnos a excepción de sus allegados parecían dolidos por la desaparición de aquella chica. Cuando nunca en su vida le habían dirigido la palabra, y algunos ni siquiera sabían de su existencia. Pero ahí estaban todos, poniendo cara triste y asintiendo con la cabeza.

-B-Buenos días, soy la señora Lee, la madre de Sunny, de verdad aprecio el apoyo de todos ustedes. Como saben ella era una chica ejemplar, que fue una verdadera bendición en la vida de todos nosotros. Ella siempre ofrecía su ayuda y amor incondicional a todos a su alrededor.

Jungkook tragó seco apretando su puño.

A él no le afectaba que la mujer creyera eso de su hija, era obvio que la veía con ojos de amor, sin embargo no podía evitar sentirse molesto.

-... Su bondadoso corazón estaba lleno de compasión y delicadeza,

¿Compasión? ¿Dónde mierda estaba la compasión de esa chica cuando él lloraba solo en su habitación? Cuando se cubría el rostro con maquillaje, y los brazos con mangas, ¿Donde estaba su compasión cuando mostró aquel video?

Sunny no tenía compasión.

-Ella nunca en su vida lastimó a nadie, ella era la joven más dulce- seguía diciendo la mujer mientras sollozaba.

A medida la mujer hablaba, por la cabeza de Jungkook pasaban aquellos momentos en los que ella le hizo daño, ella y sus amigos nunca fueron dulces con él.
Y aunque el chico no lo demostrara demasiado a sus allegados, él sí estaba herido y no solo físicamente, de verdad que todos esos abusos le habían afectado.

Sintió como su nariz empezaba a picar y como crecía un nudo en su garganta, se repetía una y otra vez en su cabeza que no podía llorar frente a todos, que debía controlar sus pensamientos y sentimientos, pero ya era tarde, las lágrimas habían comenzado a caer por sus mejillas.

Scent of a hoodie (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora