La chica volteó hacía atras, hacía aquella voz femenina que la llamaba por su nombre, esa que pronto descubrió su rostro.
-Shin Ji-Min- murmuró la chica, sintiendo como el aire volvía a su cuerpo, y su mente a si misma- Maldita sea, me asustaste.
-Lo siento, llevo un perfil mientras me voy.
La omega caminó hacia Shin y la observó con sorpresa. Pero no totalmente extrañada, a decir verdad no la había visto en Old Jeju los ultimos días. Había faltado.
-¿Te vas?
-Le dije a mis abuelos que quería tiempo para mi, en Daegu con mis tios. Pero me iré lejos, no pienso quedarme aquí mas tiempo.
-No comprendo.
-Seunghee, Ella ya no está- dijo en un tono algo roto- y quien sea el culpable, le hizo algo tan enfermo que nisiquiera han encontrado su cuerpo todavía. ¿Sabes lo pequeño que es Jeju?
La joven se encontraba justo como Seunghee, totalmente cansada de sus pensamientos, volviendose loca en silencio. Cosa que J seph tambien presentaba.
Los tres estaban matandose de panico.
Y todo por meterse con el juguete de Jung...
-Tal vez si yo la hubiera acompañado y no J seph, ninguno habría terminado así.
Seunghee recorrió su rostro con su mirada, de verdad daba a pena, se le notaba exhausta.
Las ojeras en su rostro demacrado, su palidez, y labios secos.Todo en ella taba lastima, y hasta un poco de asco.
-Eran mis mejores amigos...desde el preescolar.
Seunghee notó el quiebre en su voz y de su corazón no nació abrazarla pero al menos le tendió la mano.
-Que te vaya bien, Shin.
Y entonces se dió media vuelta en medio de la oscuridad, para seguir su camino. Pero sintió la mano de la chica tomar su muñeca de nuevo.
-Seunghee, esto es tu culpa. Vete tambien antes de que algo le ocurra a tu lindo trasero de riquilla.
-
Jimin observó através de su ventana que daba justo al patio de la mansión.
Observaba la fuente y las diferentes flores que adornaban al rededor de la mansión.
La música que sonaba desde la pequeña bocina que tenía en su habitación, se perdía en medio de el sonido del viento despeinando cada uno de los arboles.
Sintió un olor, algo que lo sacó por completo de sus casillas, que lo hizo delirar al instante y entonces escuchó como llamaban a la puerta.
Sangre y Pinos
Caminó hacia la puerta dejandose seducir por la combinación.
¿Conejo?
¿Venado?
O tal vez...
¿Gato?
Abrió la puerta encontrando a su primo, Namjoon, con una ligera sonrisa.
Sabía que era él, sabía cuando se acercaba, cuando se alejaba. Su aroma era unico.
Notó que le tendía un plato con la mano.
Era un pedazo de carne, sin mas, crudo, escurriendo sangre, recién cortado, recién cazado.
-El tío te envía esto- murmuró.

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Scent of a hoodie (+18)
FanfictionDonde Seokjin no conoce su verdadera naturaleza, no sabe lo que se esconde dentro de sí mismo. Y se obsesiona con cierto olor a pinos, sin saber de dónde proviene. Namjoon, a más de 400 kilómetros de distancia, llena su habitación con su silvestre...