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Jungkook estaba casi inconsciente, lo único que lo mantenía sujeto a la realidad era la ruidosa música que llenaba el lujosos lugar.

Estaba con la mirada perdida y su mente en blanco, y para rematar, su trasero ardía por el castigo que Hoseok le había dado tras amenazarlo con una botella, pero no se comparaba al dolor de su cuello, el pelirrojo se había empeñado en dejar el área bastante llena de moretones y demás.

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Jimin observó al pelirrojo acercarse desde lejos, Lucía un poco desalineado, pero estaban en una fiesta así que no era nada fuera de lo normal.

Jimin corrió a dónde se encontraba el contrario, mientras contenía sus sollozos, para que sus invitados no se percataran.

El pelirosa se avalanzó sobre Hoseok y él lo atrapo sin problemas cuando enrredo las piernas en su cadera.

-¿Estas bien?- susurró en su oído, a lo que Jimin simpmente negó con la cabeza y se escondió en el cuello de su mejor amigo.

-Está bien, cariño, vamos a sacarte de aquí- le dijo con ternura depositando un beso en su cuello.

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Jungkook, con dolor, decidió levantarse, no podía estar ahí toda la noche, no sabía a dónde había ido el pelirrojo que tanto placer le había dado, pero lo único que quería era ir con Taehyung y disculparse por haber hecho un escándalo, cuando muy en el fondo no estaba realmente molesto con él.

Caminó entre la multitud hasta llegar a la mesa en la que antes estaba, pero no se acercó del todo al escuchar que el tema de conversación era él.

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Ambos jóvenes se sentaron en el techo de la camioneta pick up de Jimin y ahí llevaba rato entre los brazos del pelirrojo.

-Bebé- lo llamó- ¿recuerdas lo que pasó la noche que V y yo terminamos?

Jimin rió y observó a su mejor amigo con una sonrisa.

-Estabas mal, y eso fue lo único que pude hacer para "alegrarte"- dijo haciendo las comillas con sus dedos.

-Jiminnie, con que me cantaras bastaba, no necesitaba saber los otros usos de tu boca- dijo con una sonrisa lasiva.

-Pero aún así... Lo aceptaste gustoso- le devolvió la sonrisa- quien debería estar molesto soy yo, idiota- hizo una pausa- me marcaste.

Una carcajada salió de la garganta de Hoseok.
fue realmente gracioso ver al omega tratando de esconder su marca durante una semana, ya fuera con maquillaje, cremas, y hasta bufandas cuando estaban en verano. La cual por cierto desapareció en un par de días, simplemente por que no estaban hechos para estar juntos, y no se amaban de esa forma.

-Lo siento, fue para reforzar la amistad- dijo entre risas.

-Deberías aprender a controlar eso, no puedes andar marcando a cualquiera por la vida- le reprochó con los ojos entrecerrados.

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Jungkook se escondió entre la multitud para así poder escuchar lo que decían sobre él.

-Taehyung, sólo disculpate con ese chico y listo- habló la rubia.

-¡Que yo no fui, lo juro!- exclamó un poco molesto por las acusaciones.

Taehyung, un estudiante e hijo modelo, jamás haría algo así y Jungkook estaba consciente de ello. De lo poco que habían interactuado como conocidos, el castaño sabía que el rubio no lastimaria ni una mosca.

Pero él deseaba que si hubiera sido Taehyung.

deseaba que el rubio quisiera aprovecharse de su inocencia y le diera de beber cualquier droga para poder hacer lo que quisiera con su cuerpo, de verdad lo deseaba.

Scent of a hoodie (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora