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"El tiempo es la distancia más larga entre dos lugares"

Fue lo que Tennesse Williams dijo.

Pero, en este caso, el tiempo fue bondadoso y rompió la distancia que separaba a los jóvenes.

Ya sea por coincidencia o por que estaban destinados a estar con el otro.

Pasaron más de once meses después de todo lo ocurrido.

Jimin y Namjoon siguieron estando juntos.

Vivían en una mentira, claro está, una mentira en la cual Jimin era el omega con el que Namjoon se había acostado en aquella fiesta, una mentira en la que Namjoon se había disculpado con Jimin y estaba arrepentido.

"Atrapado en una mentira
Libérame de este infierno
No puedo escapar de este sufrimiento
Por favor, sálvame estoy siendo castigado"

Es lo que probablemente sus animales interiores dirían. a Jimin, su león se lo repetia una y otra vez, pero su lado humano estaba perdidamente enamorado de su primo.

Mientras que el alfa de Namjoon se había mantenido en silencio y apenas y se hacía notar de vez en cuando y durante sus celos. Se comportaba como si estuviera resentido.

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Jungkook se veía al espejo y llorando, se oídaba, se odiaba por lo que su Taetae hyung pensaba de él. Sabía todo el daño que el estar obsecionado con Taehyung le traía, pero aún así...
¿Que es peor que un conejito triste?

Un conejito enamorado y no en sus cinco sentidos.
Ya que Taehyung ya no era su única obsesión.

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Hoseok habia seguido con su vida, esa vida que tanto odiaba. Por las noches se escabullia y hacía su ilegal trabajo y por el día era un hijo ejemplar. Haría lo que fuera con tal de sentir que su padre no tenía total control sobre su vida.
Pero jamás se atrevería a enfrentarlo, no era capaz de quejarse de él cara a cara, sólo se mantenía callado soportando.
Y soportar cada vez era más difícil, en especial cuando nuevas sombras opacan tu interior.

-Ya dime quien eres, por favor...

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Yoongi subía fotos a sus redes sociales de vez en cuando, estas se llenaban de comentarios de las chicas de su instituto, cosa que no le parecía importante. Sin embargo, a más de cuatrocientos kilómetros de distancia, se encontraba un pelirosa que veía sus publicaciones y suspiraba, suspiraba recordando aquella noche que pasaron juntos.

-A-ahh... Yoongi hyung~

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Taehyung de vez en cuando veía a Hoseok sin que él lo notara, se veía muy bien, debía admitirlo.
Pero él ya no era su principal interés, como lo había sido en un pasado.
Se había interesado más en la "ciencia", él lo decía entre comillas ya que no había una ciencia que estudiara lo que quería estudiar: el origen de los híbridos y sus límites de poder.
Pero, aunque estuviera ocupado, seguía saliendo con sus amigos, seguía siendo seguido por Jungkook.

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Seokjin se recostaba en su cama cada noche con cola, colmillos, y orejas de zorro, y en la mañana, al levantarse, no recordaba nada de la noche anterior.

No recordaba nada de lo que había ocurrido en la fiesta de Jimin, parecía como si alguien estuviera borrando su memoria.

Hizo varias audiciones, esperaba y esperaba, pero nunca llamaron, sin embargo, no perdía la esperanza, sabía que llegaría muy lejos.

Según él su vida era aburrida, sin saber todas las aventuras que tenía por la noche, todas esas veces que salió en busca de su alfa. Todas las mañanas despertaba, se ponía la sudadera de color rosa con la que se había obsecionado, la cual aunque la había lavado millones de veces, conservaba el olor a pinos de Namjoon, y salía de su casa esperando a que algo emocionante pasara.

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Scent of a hoodie (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora