9.

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Aquella noche del sábado la madre de Seokjin, una enfermera, debía hacer el turno nocturno, así que dejó a su hijo y a su hijastro solos en la casa.

Cosa que Jungkook aprovecharía para escapar con su Taetae hyung. Irían a aquella fiesta que tanto había sido esperada por los jóvenes de esta historia.

Jungkook sabía que esa era la única forma, sabía que no había otra opción, la señora Kim no lo dejaría salir en medio de la noche, después de todo apenas era un adolescente que cumpliría los dieciséis pronto.

Era un niño.

Pero de todas maneras, el no ir a la fiesta no era una opción, de verdad quería pasar tiempo con su hyung, incluso si se conocían más puede que a él también le llamara la atención Jungkook.
Tanto como él llamaba la suya.

-

Seokjin se despertó de golpe por una melodia que llenaba la habitación, y se dio cuenta de que su hermanastro no estaba en la cama.
Pronto supo que la melodia provenía del celular de Jungkook el cual se encontraba en la mesita de noche que estaba junto a la cama.

Jungkook salió del baño que estaba dentro de la habitación, y Seokjin se sorprendió al ver que no llevaba su pijama si no, ropa para salir.

Cerro los ojos y finjió estar dormido cuando el menor respondió la llamada en su celular.

-¿Hyung?- habló el castaño.- si, mi dirección es la misma que te envié el otro día.

Seokjin se extraño al escuchar eso
¿Con quien hablaba?

-Si, ya estoy listo- el castaño rio nervioso- ¡Que si!

El mayor se estremeció.
Él no sabía que Jungkook conocía gente en Seúl, además de que nada seguro podía ser, le había dado la dirección de su casa sin su consentimiento.

¿Quién se creía?

-¿Veinte minutos? Está bien, te espero.

El pelinegro vio a su hermano colgar la llamada para luego retorcerse con una boba sonrisita, soltando un suave chillido.
Y esa acción hizo que se molestara incluso más.

¿Cómo podía estar tan relajado después de hacer algo así de peligroso?

Seokjin se levantó de golpe y Jungkook lo observó con los ojos abiertos como platos.

-H-hyung... Ehh Y-yo

-Tú...

-M-me desperté para ir al baño- rió nervioso.

Seokjin alzó una ceja.
Incluso tenía el descaro de mentirle

-¿Por qué no llevas puesta la pijama?-cuestionó molestandose cada vez más.

-Ahh, no lo sé- dijo con una sonrisa.,

El pelinegro lo fulmino con la mirada negando lentamente con la cabeza.

-¡Perdón, no se mentir! - lloriqueo el menor

-Tú de aquí no sales Jungkook, vas a llamar a tu amiguito y le dirás que no tienes permiso para salir.

-Pero hyung- habló haciendo un puchero- ¡No es justo!

Seokjin frunció el ceño cruzó sus brazos sobre su pecho haciendolo ver más amenazante.

-Por favor, no sabes lo importante que es para mí.

-No lo sé y no me importa, mamá me dejó a cargo y si te pasa algo ambos tendremos problemas, así que ve y ponte la pijama.

-¡Que no va a pasarme nada!- exclamó como un niño pequeño haciendo berrinche.

-Tú no sabes eso.- dijo serio

Scent of a hoodie (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora