Scent of a hoodie (+18)

18.

El teléfono sonaba y ella tronaba sus dedos, nerviosa, esperando a que alguien atendiera.

-Hola... D-dawon- habló con la voz temblorosa.

-¿Dagee? - respondió- cuanto tiempo ¿no?

-

El clima era cálido, como era de costumbre al mediodía en Jeju y Namjoon caminaba por la calle observando a su alrededor.

Suspiró, llevaba días sin salir de su casa, cosa muy rara en él, pero no salía por que las llaves de su convertible habían sido decomisadas por sus projenitoras.
Era demasiado flojo como para caminar, y realmente era muy vergonzoso para él salir en transporte público.

Sonrió al pensar en esas palabras "transporte público", y recordó aquellos preciosos ojos oscuros del retrovisor, recordó a aquel extraño al que le había dado su número, al que había invitado a aquella fiesta.

Hizo una ligera mueca el recordar que nunca lo llamó, que nunca le escribió, que ya no supo más nada de él, y aunque recordaba muy (muy) poco de la noche de la fiesta, estaba seguro de que lo hubiera pasado mejor si "JS" hubiera estado ahí.

...

Por qué, según él, no había ido...

-¿NamJoon, estas escuchandome?- preguntó una voz al teléfono.

-Ah.. ¡Si!- aclaró su garganta- si, Minnie.

-Bueno, como te decía... Seokjinnie dice que no recuerda haber bailando contigo, nisiquiera recuerda haber ido a mi fiesta, y si soy sincero, yo ya llevaba mucho alcohol encima... No se si es posible que lo haya confundido con alg-- fue interrumpido.

-Lo siento Minnie, no estoy prestando atención hace rato, de verdad no sé de qué estás hablando.

-Hyung... Hablar contigo es frustrante- susurró casi inaudible.

Namjoon divisó el edificio a un par de metros de él, había llegado a su destino, así que habló.

-Llamame más tarde ¿si? Ya llegué a Old-Jeju.

-Eres un-- cortó la llamada.

-

Jungkook estaba perdido en sus pensamientos, Taehyung parecía estar molesto con él, ellos hace mucho habían dejado de saludarse en los pasillos.
Por parte de el beta nada cambió, sin embargo Jungkook lo evitaba, ya no tenía la seguridad para hablar con él, no desde que se dio cuenta de que pensaba que era un estorbo.
Sin embargo, su corazón era caprichoso, y seguía obsesionado con el rubio.

No se ligar, así que solo te seguiré y observaré sin que te des cuenta, hasta que te enamores de mi.

Pero aunque ya no hablaran, el rubio parecía muy fastidiado con su presencia.

El sonido de un silbato lo regresó de sus pensamientos.

-¡Punto para el equipo rojo!- exclamó Taehyung.

Jungkook se encogió en su sitio al recibir fulminantes miradas sobre él.

-¡Por dios, Jungkook!- exclamó el pelirrojo- de verdad que eres idiota, el balón pasó justo a tu lado.

El castaño bajó la cabeza, sabía que debía concentrarse de una vez... Pero no podía.

-Lo siento- murmuró.

-No, no lo sientas, ¡solo deja de hacernos perder el tiempo!

Hoseok sintió que se había pasado en alzarle la voz. por un instante, algo se removió en su interior, algo que le decía que cerrara la boca, se diera la vuelta y dejara al castaño en paz.