Aquel medio día Seokjin no había dejado de fingir una sonrisa.
Su madre, y aquel castaño lo observaban fijamente y conversaban con él, o al menos lo intentaban. Por que Seokjin apenas y respondía con monosilabos.Los señores Jeon habían salido del pais imprevistamente. Y al no tener a nadie que cuidara de su pequeño hijo (quien realmente solo era unos cuantos meses menor que él) lo enviaron al otro lado de el país como si de una mascota se tratara.
Y ahí estaba, en casa de Seokjin, sonriendo con sus dientes de conejo.
El pelinegro esbozó una risa burlona, hace unas cuantas semanas el señor Jeon le había dicho que solo traía problemas, y ahora le pedía que cuidara a su bendición... le causaba nauceas.
Pero de verdad no tenían con quien dejarlo (y Jungkook manipulado todo para ir a Seúl).
A SeokJin no le desagradaba Jungkook.
De pequeños solían jugar juntos, pero... a veces se comportaba como un niño mimado. Claro, él si había crecido con sus dos padres y además, gozaba de lujos y riqueza.Lo observó de pies a cabeza... ropa cara y celular del año.
La señora Kim rompió aquel incomodo silencio que se había instalado en la cocina.
-JungKook, ¿Te gusta el pastel de calabaza?
El castaño, incomodo por la mirada de sobre él asintió.
Su madre era buena, siempre se había esforzado por darle una buena vida a pesar de la ausencia del señor Jeon.
-
SeokJin observaba a su hermano desde el marco de la puerta, sabía que debía sacarlo de ahí antes de que comenzara a tocar sus cosas.
Él era curioso e inocente, usualmente no lograba mantenerse quieto por mucho tiempo.
Pero no sabía a donde llevarlo, despues de todo, habian pasado años desde que tuvieron una conversación real.
Simplemente parecían tolerarse de lejos.Un sonido electronico lo sacó de sus pensamientos y vió a su hermano tomar su celular de la mesa de noche.
Abrió sus ojos como platos al ver aquella pantalla.
Y Seokjin no hizó mas que alzar una ceja.
-Seokjin hyung ¿reconoces este
lugar?- habló mostrandole una fotografía en su pantalla.El mayor tardó un par de segundos en recordar donde había visto ese lugar antes. Se trataba de un paisaje adornado por una fuente y vegetación.
-C-reo que es en el centro comercial de Chensuo.
-¿Podemos ir?
Nuevamente, el mayor alzó una ceja, aquello había sido cuanto menos, extraño.
En aquel centro comercial no habia nada del otro mundo, incluso creería que pronto caería en banca rota. Pero eso era mejor a quedarse en su habitación todo el día, peleando con Jungkook para que no tocara sus cosas.
-Supongo que podemos ir a comer y luego al cine.
Jungkook no pudo evitar sonreir victorioso, incluso hasta con un poco de malicia, su plan era perfecto.
-
SeokJin cerraba los ojos cuando aparecia un escena desagradeblemente sangrienta a diferencia del mas pequeño, quien solo soltaba una carcajada y se echaba un puñado de palomitas a la boca.
-Esto me recuerda tanto a Yoongi- murmuró Jungkook entre risas.
Las peliculas de terror no eran el fuerte de Seokjin, pero no quería parecer un cobarde frente a JungKook, así que ahí estaba, rogando por que la pelicula terminara de una vez.
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Scent of a hoodie (+18)
FanficDonde Seokjin no conoce su verdadera naturaleza, no sabe lo que se esconde dentro de sí mismo. Y se obsesiona con cierto olor a pinos, sin saber de dónde proviene. Namjoon, a más de 400 kilómetros de distancia, llena su habitación con su silvestre...