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Hoseok en realidad no sabía quien era.

Su padre lo había educado como a un animal de caza, un depredador (Figurada y Literalmente).

Había sido criado como un alfa insensible, que no debía disculparse, que no debía mostrar debilidad.

Que pronto sería la cabeza de la manada.

Taehyung le había exigido por años, ser justo como él lo pedía. Perfecto, elegante y Fino. Como un accsesorio.

Pero incluso a Taehyung le habían enseñado desde pequeño que las apariencias lo eran todo, no lo culparía.

Se exigía a si mismo sonreír, aún cuando estaba realmente abrumado.

Y luego Jungkook había llegado a revolver sus ideas y pensamientos, desordenando todo en su cabeza.

Y no supo que responder cuando el mismo castaño preguntó...

-¿Quien eres, Jung Hoseok?

¿Quien mierda era?

-¿Vas a responder?

¿un lobo?

¿un humano?

Un idiota...

-¿Q-que quieres de mi?- fue lo unico que salió de su boca.

El castaño se quedó en silencio, sin saber como responder a aquello. Las palabras hacían eco en su cabeza.

El pelirrojo lo observaba fijamente con esos ojos que repentinamente cambiaron de color.
No se sorprendió simplemente acortó la poca distancia entre ellos para observar aquellos ojos que brillaban en medio de la oscuridad de aquel departamento.

-Son preciosos.

Hoseok relamió sus labios sintiendo la respiración del chico chocando en su rostro.

La mano de Jungkook viajo hacia la nuca del chico para luego atraerlo más a él.

-Quiero que me veas con esos mismos ojos. Usame, Hoseok, usame como solías hacerlo.

Las mejillas del castaño estaban rojas, y sus ojos algo rojos e hinchados por haber llorado por Yoongi.

Se veía justo como aquellas veces que le rogaba que se detuviera. Malditamente hipnotizante.

El lobo tragó saliva, nunca había visto a Jungkook de aquella manera, tan seguro, tan necesitado. Y eso lo asustó.

-Bésame, por favor, bésame- rogó.

Hoseok cerró los ojos, intentando resistirse.
Respiraba profundo

Él no podía, no podía condenar a Jungkook.

"Usame como solías hacerlo"

Por fin había entendido a Yoongi.

Jungkook era un humano, el mas inocente que conocia. Y él... él era un asesino, un animal.

-Jungkook Y-yo... no soy lo que tu-- detuvo sus palabras cuando algo llamó su atención.

Sus colmillos amenazaban con salir, dolían y empezaban a empujar en sus encillas incomodando su propia boca.

Rapidamente se cubrió con su mano, sin entender por qué su lobo reaccionaba de aquella manera.

Y entonces un olor metalico golpeó su nariz.

Sangre.

Él no era ningún tipo extraño de "vampiro".

Los hibridos no se estimulaban con olor a sangre, nisiquiera con olor a carne.

Scent of a hoodie (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora