🌒 c a p í t u l o p i l o t o

5.9K 609 94
                                    

—¿En dónde

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿En dónde...? ¿El abuelo entonces tendrá...? Aproximadamente trece o catorce años si no me equivoco. —Murmuré. —Si, ¿No? Porque el abuelo nació en el noventa... Más trece años, simón si, trece.

—¿Y esa loquita por qué habla sola? —Cuestionó alguien a mi lado.

—Baji, deja a la chica. —Gruñó el más alto. —A veces a las personas se les bota la canica.

—Eish, que chismosos son. —Bufé mirándolos.

—Ay, ya nos escuchó la loca, mejor vámonos. —Dijo el rubio más bajo con burla.

—¿Qué dijiste mendigo güero oxigenado?

—No nada. —Rió.

—¿Ah, te crees muy gracioso? —Cuestioné parandome frente a él, éramos de la estatura, él quizás un poco más alto.

—¿Por qué? ¿Te ofendiste?

Achiné mis ojos y luego lo miré de arriba a abajo.

—¿Cómo te llamas?

—No pienso decírtelo, mejor ve a jugar a otro lado, ridícula.

Abrí mi boca indignada, lo tomé del cuello de la chaqueta y lo acerqué más a mi, chocando respiración con respiración, pero aún así mirándonos ambos a los ojos.

—Majiro Sano. —Dijo finalmente. —Pero prefiero que me digan Mikey.

—¿Mikey? ¿El invencible Mikey? —Lo solté y luego miré a sus amigos. —¿Draken, Baji, Mitsuya, Pah, y un tal Kazutora?

—¿Nos conoces? —Cuestionó el del lunar bajo el ojo.

—Algo así, ¿La Toman ya existe o aún no?

Los seis chicos me miraron con sorpresa.

—¿Qué sabes de eso?

—Ah, si se los digo altero la historia. —Dije. —Pero lo único que puedo decirte es que le digas a tu hermano Shinichiro que se ponga casco de seguridad, será de mucha ayuda, créeme.

Pero entonces el tal Baji me acorraló contra la pared, azotandome y haciendo que mi espalda doliera. —¿Quién mierda eres?

—No me creerían si se los dijera. —Reí apartandolo.

—Dinos, y nosotros veremos si te creemos. —Habló Draken.

—Mi nombre es Chaeri Hanagaki, vengo del futuro. —Sonreí.

Tardaron al menos cinco segundos y comenzaron a reírse a carcajadas. Quité mi sonrisa y los miré seriamente.

Dejé caer mi cabeza hacia enfrente y comencé a negar.

—Mikey iba a llamar a la Toman como la Tokyo Manjiro. —Dije y todos pararon de reír.

—¡Es una acosadora! —Exclamó Pah y me sujetó por la chaqueta preparado para golpearme.

—¡El día del cumpleaños de Mikey! —Chillé y entonces lo detuvieron.

A ver, antes que nada quiero decir que me revolví en las fechas, ya no supe si la fundación de la Toman fue en el mismo año que lo de Shinichiro, así que pues una disculpa si no está de acuerdo a eso. 

—¿Qué pasará el día del cumpleaños de Mikey?

—Kazutora y Baji tratarán de robar una moto para regalarsela a Mikey, pero se meterán a la tienda del hermano de Mikey, y Kazutora lo golpeará en la cabeza, matandolo.

Los chicos se quedaron callados.

Mierda, ya la regué. Yo y mi bocota.

—¿El día de mi cumpleaños? —Cuestionó Mikey.

—Si, bueno, resulta que Shinichiro te quería regalar esa moto que Kazutora quería robar. Así que ya saben, mejor compren un pastel a Mikey. —Sonreí inocente.

Pero Kazutora me miraba con ganas de matarme, así que me escondí detrás de Mikey.

—Y ah, bueno, sé que piensan comprar un amuleto para la fundación de la Toman, Tokyo Manji Gang, así que encontré hace un rato este billete, podría servirles. —Sonreí dándole el billete a Draken. —B-Bueno, yo me tengo que ir... Lo siento por arruinar la sorpresa.

Pero antes de irme, Mikey me tomó del cuello de mi chaqueta y me giró.

—¿De qué año vienes?

—Ah, dos mil cincuenta y ocho. —Murmuré. —Mi abuelo Hanagaki creó una máquina, para él venir y...

Me quedé callada, esa parte no podía decirla por ningún motivo.

—Es que él quería ganar la lotería, ya sabes, y pues no pudo, pero me dijo que había mandado a mi gato Gipsi aquí, y yo me metí a la máquina, y pues... llegué hasta acá. Bueno, en realidad llegué a Roppongi, pero caminé hasta acá buscando a mi abuelo... Ahora muy joven.

—¿Te han dicho que hablas mucho?

—Nah... Bueno en el día no, pero sí me lo dicen muy seguido. —Sonreí.

—¿Sabes cuantos años tenemos?

—Aproximadamente entre trece y catorce años.

—¿Tú cuantos años tienes?

—Yo tengo trece, lo cual es una sorpresa porque estoy de su edad.

—¿Cuántos años tendremos en el futuro? En tu año original.

—Ah, quizás sesenta y ocho, pero la verdad no sé nada de ustedes, nunca los había visto hasta ahora.

—Bueno, ¿Y regresarás o que?

—No sé cómo regresar, supongo que me quedaré aquí hasta que el abuelo sepa cómo venir por mi.

—Entonces, si no tienes donde ir, puedes quedarte en mi casa. —Dijo Mikey con una sonrisa. —A Emma le gustará estar junto a una presencia femenina.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Save Your Tears [Tokyo Revengers] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora