Pt 2 🧸 0 4

1.3K 197 39
                                    

Había pasado ya un rato desde que conocí a Mikey, todo había sido increíble desde entonces

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Había pasado ya un rato desde que conocí a Mikey, todo había sido increíble desde entonces.

Sorpresivamente a él le agradaba cuando golpeaba a alguien, así que quiso presentarme con sus otros amigos.

De esa forma conocí a Mitsuya, Baji, Kazutora, Chifuyu, y otros chicos. Me llamaron la atención los Kawata, sobre todo ese chamaco de cabello durazno, aparentemente disfrutaba haciéndome bromas y burlándose de todo lo que hacía.

Aunque claro, nunca me quedaba atrás, la última vez tuvo que cortarse el cabello porque le pegue un chicle.

El que se lleva se aguanta.

—¿Preparada? Vas a conocer a mis hermanitos. —Sonrió Mikey comenzando a girar la perilla de la puerta.

—Pareciera como que me estás presentando formalmente como... algo más. —Dije divertida.

—Bueno, veremos dijo el ciego. —Sonrió cerrando sus ojitos.

Pronto ambos entramos a su casa, un bonito lugar pero entonces recordé la cara de cierto hombre mayor cosa que me hizo tener un dolor momentáneo de cabeza.

—¿Te sientes bien? —Me miró Mikey preocupado.

—Estoy bien, gracias. —Dije asintiendo.

—¡Oí, chicos, estoy en casa!

—¡Por fin llegas chamaco mugroso, pelado, peleonero, cara de chang...! —Un chico de cabello corto y negro bajó las escaleras y entonces lo vi, lo recordaba de algún lado. —Gizmo.

—¿Eh?

—Ah, lo siento... Me llegó ese apodo de la nada. —Rió el chico nervioso mientras rascaba su nuca. —Soy Shinichiro Sano, hermano del mugroso este.

—Chaeri Hanabami, es un gusto. —Dije haciendo una reverencia.

—¡Una chica! —Exclamó una rubia corriendo hacia acá. —¡Ocupaba presencia femenina!

«—Entonces, si no tienes donde ir, puedes quedarte en mi casa. —Dijo Mikey con una sonrisa. —A Emma le gustará estar junto a una presencia femenina.»

La voz de Mikey sonó en mi cabeza, y entonces volvió a doler.

—Hola, soy Emma Sano, hermana de Mikey. —Dijo la chica sonriente. —Me alegra de que Mikey finalmente tenga una novia, Shinichiro y yo creíamos que se quedaría siendo mantenido por siempre.

—Oí Emma, cállate. —Dijo el pequeño rubio avergonzando.

Me reí divertida por la situación.

—Pasa, pasa, estás en tu casa, puedes sentarte en donde quieras. —Me dijo la chica jalandome hacia la sala en donde se encontraban los sillones, ya ahí me senté y Mikey se sentó junto a mi rápidamente.

—Así que... ¿Desde cuándo se conocen? —Preguntó Shinichiro mirándome fijamente.

—Desde... Hace algunos meses.

—¿¡Y hasta apenas sabemos de ella!? Mal ahí Mikey.

—Eish, no sé por qué se emocionan si no somos novios, aún. —Lo último lo susurro viendo hacia otro lado por lo que no pude escucharlo.

—¿Y para cuándo o qué pedo? Ya te estás tardando. —Se quejó Shinichiro dándole una patada a Mikey, tirándolo del sillón.

—Ay hijo de... —Chilló Mikey desde el suelo.

—¡Ya está la comida! —Exclamó Emma. —Ven Chaeri, vayamos a comer, ellos van para largo.

Literal los imaginé como una pelea entre Godzilla y el otro sujeto que no... Ah ya, King Kong.

—Ja, que gracioso. —Me reí.

Emma me pidió ayuda a poner los platos y lo necesario mientras que los dos burros peleaban.

—¡Ya vengan a comer o los pateo! —Exclamé asomándome.

Los dos vinieron corriendo ayudando a Emma con la jarra de agua y un par de panes.

Todos nos sentamos y tras dar gracias comenzamos a comer.

—¿Saben? Esto me trae sensaciones.... familiares. —Dijo Shinichiro. —Como si ya hubiera vivido esto antes.

—Con Chaeri cerca siempre te vas a sentir de esa forma. —Diji Mikey llamando la atención de sus hermanos. —Desde que la conozco, y desde que todos los de Tokyo Revengers la conocen, han dicho que hay una sensación familiar en ella.

—Vaya, que profundo. —Dijo Emma. —Oh, veamos si también sucede con Hina, Senju y Yuzuha, me pregunto cómo reaccionarían ellas.

—Oh, sería buena idea, Chaeri no tiene amigas, sería bueno que ustedes comenzarán a ser sus amigas.

—Oye, no hables como si no estuviera aquí. —Bufé y Mikey me sonrió haciendo que yo virara los ojos divertida. —Bien, si necesito amigas.

—¡Genial! Las llamaré en un rato para quedar mañana, ¿Esta bien? —Preguntó y yo asentí.

Después de comer me quedé junto a Mikey mirando películas hasta que ambos nos quedamos dormidos uno abrazado al otro.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Save Your Tears [Tokyo Revengers] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora