🌘 2 9

1.7K 304 162
                                    

Había esperado demasiado a qué South llegará, pero después de un rato sólo pude quedarme dormida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Había esperado demasiado a qué South llegará, pero después de un rato sólo pude quedarme dormida.

Al despertar South ya estaba a mi lado, durmiendo cuál oso en hibernación.

Me puse a contar todas los lunares en su cara, con mis dedos haciendo que le diera cosquillas y se moviera.

—Eres como una niña pequeña. —Murmuró él sin abrir los ojos.

Me reí colocando mi dedo sobre su párpado para abrir su ojo.

—No lo creo. —Dije divertida.

—Dejame dormir o te saco a patadas de mi cama. —Gruñó cerrando los ojos y cobijandose hasta la nariz.

Pero entonces él abrió los ojos de golpe.

—¡Tienes dedos!

—Eres un genio South.

—¡Imbécil, tus manos volvieron! —Exclamó y yo finalmente me di cuenta de ese pequeño súper gran detalle.

—¡Volvieron, yey! —Exclamé sujetando sus mejillas con mis manos. —¡Por fin puedo salir a dar el rol!

—Negativo, ahora mucho menos te dejaré salir. —Bufó virando los ojos.

—Eish, ¿Por qué no?

—Porque, tú niña boba, puedes cambiar el futuro.

Ei. —Asentí a modo de afirmación.

—Y si cambias el futuro, cambias tu. Así que no hagas nada hasta nuevo aviso.

—Al menos... ¿Podemos salir juntos? —Pedí haciéndole ojitos.

—Está bien. —Gruñó. —Preparate, te veo en la cocina.

—¿No te vas a bañar, puerco?

—Me bañé hace una semana, todavía aguanta.

—Eres un cochinote.

—Ya apúrate que tú te tardas mucho. —Dijo levantándose y finalmente saliendo de la habitación.

Tras una hora ya estaba bañada, cambiada, arreglada y perfumada. Salí de la casa junto a South, y subimos a su moto para irnos a dar el rol.

Mientras él manejaba, me quedé mirando su tatuaje.

—Quiero un tatuaje, pero rojo. —Murmuré sin pensar.

—¿En dónde? —Preguntó.

—Mhm, no lo sé, en la espalda. —Dije pensativa.

—Bien, nueva parada.

—¿Eh?

Nos detuvimos frente a un local de tatuajes, me sorprendí cuando South bajó de la moto y luego entro, claramente lo seguí.

—Quiero un tatuaje para ella, en rojo. —Pidió South sacando de su cartera algunos billetes.

—¿Tiene algún diseño pensado?

—A-Ah no... —Dije avergonzada.

—Hazle un dragón protegiendo una rosa, en la espalda. Vamos, quítate la chaqueta. —Me dijo él y entonces yo con muchísima pena me quite la chaqueta.

—Uy, entonces creo que debería atenderte mi compañera. —Dijo y entonces llamó a una pelirroja. —Ella es V, te va a atender. Un dragón protegiendo una rosa en la espalda, con tinta roja.

—Ven, te tienes que quitar la blusa. —Me dijo.

°°°

—Recuerda los cuidados que te mencioné. —Dijo V sonriente mientras nosotros subíamos a la moto.

—Uhm, vayamos a comprarte una blusa con escote en la espalda, necesitas mostrar tu nuevo tatuaje. —Me dijo South.

Tras llegar al centro comercial, South parecía muy animado con comprar cosas para mí. Lo cual me recordó a la primera semana en que estuve con él, quiso comprarme media tienda pero no lo dejé.

—Tu nada más dime qué te gusta y yo lo compro, total, el varo sobra. —Dijo como si nada.

—Uy si, y en la semana luego te andas quejando porque no te alcanza para los cheetos. —Me burlé. —Estaré bien con una blusa y ya, además hace frío.

Después de comprar ambos salimos de la tienda.

Y al instante me arrepentí, Mikey y Koko estaban frente a nosotros, mirándonos.

Levanté el mentón mostrandome segura, entrelacé mi brazo con el de South y nos fuimos a otro local.

Total, ya no quería saber de mí, que le valga con quién ando.

—¿Le quieres dar celos conmigo o qué demonios te pasa? —Bufó South.

—Nop, él no quiere saber de mí, así que tampoco debería importarle lo que hago. —Me encogí de hombros.

—Bueno, vayamos por unas alitas, se me antojaron. —Dijo jalandome hacia el dichoso local.

—Koko. —Llamó el rubio.

—¿Qué paso jefecito?

—¿Por qué Chaeri está con ese sujeto?

—Ni idea, si quieres les pregunto.

—No animal, investiga por qué pitufichingados están juntos, y si tienen algo más.

—Con algo más, ¿Te refieres a...?

—Sabes a lo que me refiero. —Dijo metiendo sus manos a sus bolsillos del pantalón, se dio la vuelta yéndose.

Kokonoi saco su celular y marcó un par de números.

—¿Draken? Encontré a Chaeri.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Save Your Tears [Tokyo Revengers] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora