By: @Moross_
«Te haré llorar cuando me escape, llévame de vuelta porque quiero quedarme. Me doy cuenta de que llego demasiado tarde, y te mereces a alguien mejor.
-Save your Tears, The Weeknd y Ariana Grande.»
Inicio: 21/Nov/2021.
Final: 21/Dic/20...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Chaeri había desaparecido después de que el color negro la consumiera.
La pelea terminó con Mikey disolviendo Kanto Manji, siendo ganadores los nuevos Tokyo Revengers.
Ran Haitani sobrevivió. Y tanto a Izana como a Sanzu los llevaron presos por el intento de homicidio del chico de trenzas, y por la presunta desaparición de una chica cuyo paradero aún no sabían.
Aunque claro, todos ya sabían lo que había sucedido.
Chaeri desapareció, y no sabían realmente si había muerto o sólo se fue. Lo único que sabían, es que ella ya no existiría en el futuro.
Pero... ¿Y si Chaeri en verdad... nunca desapareció?
Con el pasar de los meses, y tras Takemichi haber conseguido su objetivo, volvió al futuro en donde pertenecía, junto a todos ahí.
Así que poco a poco... Todos terminaron olvidando quien era Chaeri, y lo que había pasado con ella.
Para ellos, Chaeri nunca había existido.
Pero nuestro querido Mikey, sabía que algo faltaba, se sentía relativamente vacío.
—Kenchin, ya no quiero estar aquí. —Se quejó el rubio con un montón de chamarras encima.
—Esperate tantito hombre, ya casi sale Emma. —Dijo bufando tratando de ocultar su nariz en la bufanda que llevaba.
Mikey decidió sentarse en el suelo mientras esperaban a su hermana.
Fue entonces que miró hacia cierto lugar en donde había una bonita chica pelinegra. Ella estaba junto a los hermanos Haitani.
¿Algún familiar acaso? Se preguntó curioso.
La chica miró en su dirección y dio una sonrisita antes de volver a ver a los hermanos.
—Kenchin, Kenchin, Kenchin...—Llamó jalando el pantalón del más alto.
—¿Qué demonios quieres?
—Encontré a mi ser amado.
—Si, si, lo que digas.
Aunque ellos no pudieran recordarla, Chaeri sólo recordaba las caras de las personas con quién había convivido, y Mikey era una de esas personas. Desconocía de dónde lo conocía y como se llamaba, pero de algo estaba segura, ese rubio había llamado su atención.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.