🌓 2 4

1.8K 294 67
                                    

La cuestión ahora, es que Draken “no sabía” en donde se encontraba el abuelo, así que ahora era algo más dificil encontrarlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La cuestión ahora, es que Draken “no sabía” en donde se encontraba el abuelo, así que ahora era algo más dificil encontrarlo.

—Maldita inmundicia, ¿A dónde iré ahora? —Lloriqueé caminando mientras arrastraba los pies.

No tenía ni idea a dónde ir, los Sano ya no vivían donde antes, con Draken no puedo quedarme, las hermanas de Mitsuya me hacen bromas pesadas y no me agrada, con Baji tampoco es una opción porque su mamá piensa que yo terminé a su hijo y que soy una cualquiera por supuestamente ella estar ahora detrás de Mikey, lo cual es estúpido, pero equis.

Y la lluvia comenzó.

—Aaayyyy, ¿Por qué a mi? —Lloriqueé pateando una piedrita en el suelo.

Me recargue en la pared de un local en el cual comenzaban a cerrar, y me senté en el suelo sin importar si me mojaba por la lluvia.

—¿Ahora como voy a regresar a casa si no sé en dónde está Takemichi? —Bufé escondiendo mi cara entre mis brazos.

Pronto la lluvia paró de caerme encima, y sólo podía escuchar las gotas de la lluvia impactando contra algo arriba de mi.

—¿No tienes a dónde ir? —Preguntó y yo me sorprendí.

Tenía un acento extranjero, ¿Quién era?

Levanté mi cabeza mirando al gigante de ojos claros.

—N-No. —Murmuré algo cohibida, ese tipo era como el triple de veces más grande que yo.

Él suspiró y luego movió el cuello, haciéndolo crujir. Después volvió a mirarme y me pasó el paraguas, caminando un poco.

—Ven conmigo. —Dijo y yo me levanté, siguiéndolo por detrás.

—¿Cómo te llamas? —Me atreví a preguntar.

Él se detuvo y me miró por el rabillo del ojo.

—South. —Dijo y comenzó a caminar.

¿South? ¿South Terano? ¡Mierda!

—¡Oye! —Exclamé corriendo para ponerme delante de él.

—¿Qué quieres?

—Gracias... por ayudarme. —Murmuré sin saber que decirle.

Él chasqueo la lengua y asintió continuando con su caminata.

Pronto llegamos a una especie de cabaña pero sin ser totalmente una cabaña.

—Bienvenida... a mi humilde morada. —Dijo él quitándose el abrigo. —Deja el paraguas ahí y quítate los zapatos, te traeré toallas.

Él se descalzo y camino hacia una habitación, la cuál pensé que era el baño ya que me trajo las toallas.

Me enredé el cuerpo con una y me puse la otra en el cabello, después me dirigí al baño para quitarme la ropa mojada y ponerme la que South me trajo.

Cabía mencionar que era por mucho muy grande para mí, así que opté por sólo ponerme la sudadera, que cubría casi hasta mis rodillas.

Al salir del baño, South me miró y soltó una risa.

—Eres un maldito Minion. —Se burló.

—¿Ya tenemos esas confiancitas, grandote? —Me quejé con una leve sonrisa.

—Te daré un short o algo. —Dijo cuando vio el pantalón en mi brazo.

Para cuando ya estuve algo más cómoda, South había preparado una especie de caldo.

—¿Qué es? —Pregunté curiosa olfateando la olla.

—Se llama Tacacá, es un platillo originario de Brazil. —Murmuró sirviendo el caldo en los platos, me pasó uno y yo lo llevé a la mesa. —¿Por qué estabas en la calle?

—Ah, es que... Me fui por un tiempo y, con los que vivía antes se mudaron, así que ahora no tengo a dónde ir.

—Puedes quedarte aquí. —Me dijo pasándome una cuchara. —Me recuerdas a mi yo del pasado.

—¿Cómo era tu yo del pasado?

South me miró levantando las cejas y luego volvió a comer.

—Bien, aún no hay ese tipo de confianza. —Asentí.

Ambos terminamos de comer, me ofrecí a lavar los platos pero South alegó que me podía enfermar, por la lluvia y así. No dije nada más y me senté en la barra viendo como él lavaba los platos pacientemente.

—¿Cuántos años tienes? —Cuestioné.

—Haces muchas preguntas y me fastidia. —Gruñó azotando un plato en el fregadero, haciendo que éste se rompa.

Me asusté un poco por lo que rápidamente baje de la barra y me puse detrás de esta.

—Ve a mi habitación, no salgas de ahí en unas horas. —Dijo algo molesto.

Sólo pude acatar su orden y corrí hacia allá encerrandome.

Escuchaba a South golpear algo, pero no supe de que se trataba.

Ay ya valí, me metí con un psicópata.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Save Your Tears [Tokyo Revengers] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora