Save Your Tears [Tokyo Revengers]

🌑 3 8

Miré mis piernas y manos, de vez en cuando desaparecían, de vez en cuando volvían.

—La cagaste, y machín. —Me dijo Ran.

—¿Cómo demonios se te ocurre decirle eso a Mikey? ¿Tienes idea de las cosas que podrías cambiar? Ahora ya no fue solo tú mano, tu brazo, ¡Fueron tus piernas! —Exclamó Rindo.

—Él mencionó lo de South, ustedes saben que... Aún es un tema delicado para mí.

—Lo sabemos Chaeri, pero jodiste todo tu plan.

—¿Cuál plan? —Cuestionó Rindo.

—Saldremos de Kanto Manji, de lo contrario alguien saldrá muerto. —Dije, con una leve mentira. —En el futuro ustedes eran solo asesinos y medio loquillos, pero ahora que yo estoy dentro de esto, alguien podría morir.

—No creo que cambie algo del Bonten en el futuro solo porque estás aquí.

—Creeme, muchas cosas podrían salir mal.

—¿Y como piensas que vamos a salir de Kanto Manji antes de que se convierta en Bonten?

—Bueno... —Solté una risita nerviosa.

—Chaeri se iba a arriesgar a seducir a Mikey para que nos dejara ir, pero ya cago el chingado plan.

—Eish, ¡Pero no fue mi culpa! Al menos no tanto, se lo merecía.

—Como sea, ahora debemos esperar hasta que tus piernas y brazos vuelvan. —Dijo Ran mirando sus trenzas. —Madres, las puntas estan bien abiertas, necesito un corte de cabello.

—A mí me gustaría un corte tipo mullet. —Dijo Rindo pasando sus manos por su cabello.

—¿Y si vamos a hacer un cambio? Digo, esto de ser Anabelle ya no me agradó. En lugar de ser respetable soy una burla ya.

—Sobres, vamos de una vez. —Dijo Rindo. —Te quedas aquí Chaeri, nos vemos en... Cinco horas probablemente.

—¡Oigan, pero...! —Y se fueron. —Quería que me compraran unos cheetos.

—Yo te los compro, ¿A cuánto los vendes? —Preguntó Mikey.

—Agh, otra vez tú.

—Si bueno, aunque ya me quedo claro el tema de: “Mikey es tu culpa”, aún no me queda claro el por qué estás transparente.

—Ya sabes, lo normal, estoy desapareciendo. —Dije como si nada. —Al parecer cambié algo y no sé qué demonios es.

—¿Por eso dijeron que pasó de nuevo?

—Desde aquella vez que fuimos a verte al departamento... Comencé a desaparecer.

—¿Así que eso también es mi culpa? —Preguntó y yo asentí. —Lo lamento. ¿Y ya probaste tratando de regresar a tu tiempo?

—No funciona. —Dije y él me miró sorprendido. —He estado pasando tiempo con Takemichi, pero ya no sucede nada, no puedo regresar.

—¿Y entonces...?

Mis piernas volvieron al poco tiempo, cosa que agradecí ya que quería irme. Me levanté del sillón apartandome de Mikey.

—No me queda mucho tiempo viva, Mikey. —Murmuré mirando hacia la ventana. —Yo ya dejé de existir en mi tiempo. No falta tanto para que mi cuerpo deje de existir aquí, por eso estoy desapareciendo cada vez más.

—¿Alguien sabe de ésto?

—No, nadie más que tú. —Dije. —Así que más te vale que en mis últimos días no me molestes, estoy tratando de arreglar toda tu mierda junto a Takemichi.

—A veces detesto como eres tan borde conmigo.

—Y yo detesto tu sola presencia, asesino. —Siseé y entonces mis brazos volvieron, si era necesario le daría un puñetazo para que se largará.

—¡Maldición, no pensaba correctamente cuando estaba ahí, ni siquiera recuerdo haber golpeado a Takemichi!

—No te preocupes, cuando muera yo, si podrás recordarlo, y ahí, serás el culpable.

—¿Qué demonios tengo que hacer para arreglar toda esa mierda?

—Deshacer todo lo que has armado, disuelve a la Kanto Manji Gang, vuelve con tus amigos, con tu familia, ellos te necesitan tanto como tú a ellos.

—Seh, no lo creo. —Dijo una tercera voz.

Mikey y yo nos giramos, notando a Izana recargado en el marco de la puerta.

—Nadie necesita más a Mikey que yo y Sanzu. —Dijo y el rubio se hizo notar.

—¿Qué está...?

En eso, Sanzu sacó un arma y me apuntó, jalando el gatillo.

—¡Chaeri!