🔘APARIENCIA DE AMOR

CAP ♡ 23

Mia.

Se  que mis hemanos y mis padres quieren venganza por lo que el padre de Ana me hizo,  pero ella no tuvo la culpa de nada, el único culpable fue su padre. 

Por esa razón no les he contado que voy a terapia, ni mis problemas de sueño. Porque solo la harían sufrir mas, y ella ya tiene suficiente aguantando a mi hermano.

Christian y Eliot son unos  controladores  y protectores cuando se trata de mi.  Y si se enteran de esto no se de lo que son capas de hacerle ha Ana.

Pero se que en el fondo Christian la ama, aunque el niegue se preocupa por ella, si solo se alejará de Elena, se daría cuenta de muchas cosas.

Como hablar con Christian no sirvió de nada, voy a la casa de Elliot,  tal vez el me ayude a convencerlo de dejar todo atras, después de todo Ray ya está muerto.

Cuando llego, el silencio que hay me causa escalofríos, no se escuchan las risas de Kate, ni la música que Elliot suele poner cuando no trabaja, pensando que tal vez no este, decido irme, pero antes de subir de nuevo a mi carro, veo a Kate y Ana salir corriendo y a Elliot y Christian atrás de ellas.

Cuando Kate me ve, me pide que las lleve a cualquier parte lejos de mis Hermanos,  así que subimos y empiezo a conducir lo más rápido que puedo, por el espejo retrovisor puedo ver como ambas lloran y se limpian la nariz con el dorso de la mano, unos minutos después mi celular empieza a sonar,  y por la música se que se trata de Christian, Ana y Kate me piden no contestar,  esta última toma mi teléfono y lo apaga. No se que ocurrió pero ambas están en mal, no dejan de llorar y voltear a todos lados, por si alguien nos está siguiendo.

Como se que quizás no desean ser encontradas, las llevo hasta una caballa que compre hace poco, ahí estaremos solas, bueno casi, porque Isaac y Andre, mis guardaespaldas vienen atrás de mi.

Cuando llegamos, bajo rápido y voy al carro de mis guardaespaldas para advertirles que no le den la ubicación de donde nos encontramos a mis hermanos, ellos me miran por un momento,  pero despues apagan sus teléfonos,  de seguro para evitar que sean localizados. 

Me dirijo a la entrada donde ellas  me esperan y las cuales sigen llorando.