Miénteme Hoy (Golden Oaks #1) [+18] [BORRADOR] ✔️

CAPÍTULO 22 - MIA

Cuando me despierto me doy cuenta de que la cama está vacía. Ni siquiera me llegué a cambiar de ropa. Lo primero que se me viene a la cabeza es que tengo que encontrar que mi móvil al que, de milagro le queda algo de batería y escribir a Alice.

Para mi sorpresa, tengo dos mensajes suyos de anoche.

Alice: Caleb me ha dicho que duermes en su apartamento

Buenas noches 😊

Alucino.

Mia: Me acabo de despertar, siento no haberte avisado.

Alice: No pasa nada, en serio

Ya suponía que dormirías en casa de todas formas 😝

Río para mí y niego con la cabeza, imaginándome que tengo a Alice delante.

A medida que voy bajando las escaleras me viene el sonido de aceite caliente sobre una sartén y olor a bacon recién hecho. Al llegar a la cocina confirmo mis sospechas, además de encontrarme con un Caleb sin camiseta con todos sus tatuajes expuestos.

—No sabía si serías más de tortitas, espero que esto te guste. —Dice con una sonrisa pícara cuando se da cuenta de mi presencia.

Mi mirada lo recorre de arriba abajo y me paso la lengua por los labios, olvidándome del desayuno que está haciendo Caleb en la cocina.

—Sí, me gusta. —Respondo, aún ensimismada.

Caleb pone sobre la mesa de la cocina un plato con bacon y huevos revueltos aderezados con especias mientras se lleva un trozo de su plato a la boca.

—¿Está bueno? —Pregunta, todavía con esa sonrisa pícara en la cara.

—Sí. —Respondo con una risita.

Nos terminamos el desayuno y, aunque me ofrezco a fregar los platos, insiste en hacerlo él. Me quedo mirándolo de espaldas, acordándome de la fiesta de esta noche pero no quiero arriesgarme a estropear el buen ambiente que hay ahora mismo.

—¿Has dormido bien? —Se atreve a preguntarme cuando termina de guardar los platos.

Le sostengo la mirada y con cada segundo que pasa se me hace más complicado permanecer tranquila.

—Sí. Gracias.

Cojo mis cosas y levanto la mirada tímidamente y, por suerte, Caleb pilla la indirecta y me acompaña hasta la puerta sin hacer ningún comentario o intentar que me quede un rato más con él.

—Te veo...

Abre la boca como si fuera a decir algo, pero no lo hace.

—Hasta luego. —Digo finalmente, con una sonrisa casi forzada. Espero que eso valga.

—Hasta luego. —Responde.

Cuando estoy fuera respiro profundamente y camino alejándome del apartamento de Caleb. Definitivamente lo mejor es no hablar del tema.

***

Al llegar al apartamento, encuentro a Alice sentada de rodillas en el sofá girada hacia la puerta mirándome fijamente.

—Ya sabías que estaba en su casa, pensaba que estabas tranquila.

—Cuéntamelo todo. —Dice con una sonrisa gigante y los ojos brillando con anticipación.

Entonces recuerdo que lo que le está haciendo tanta ilusión es mentira y se encoge el corazón al verla tan feliz por algo que realmente no me está pasando.

—No ha pasado nada. —Aclaro, pero Alice sigue esperando a que diga algo más. —Hemos dormido juntos y ya está, pero no hemos hecho nada.

—Pues igual esta noche pasa algo porque en el bar no te quitaba ojo.

Y ahí está otra vez ese patético pinchazo en el pecho.

—No sé si irá a la fiesta, la verdad. —Digo, intentando adelantarme al patético momento en el que me empiecen a preguntar dónde está y por qué no ha venido.

Alice analiza mi expresión y noto algo de preocupación en la suya.

—Bueno, ya lo veremos. —Y entonces, hace lo que mejor se le da, que es animarme cambiando bruscamente de tema, un increíble talento que ha tenido desde que la conozco. —Ahora hay que pensar en qué te vas a poner y estar guapa para ti.

La sonrío y me fijo en que no lleva puesto el colgante que tiene a juego con Beck. Frunzo el ceño ligeramente, intentando que no se me note. No me imagino a Alice y Beck estando peleados, pero supongo que si ha pasado algo me lo contará.

Subimos a nuestra habitación y rebuscamos en el armario hasta que Alice se queda con un vestido verde y yo con un top rojo brillante de manga larga que deja mis hombros parte de los brazos expuestos y una falda negra. Como estamos en nuestro apartamento no me preocupo demasiado por los zapatos.

Aún faltan horas para la fiesta así que abro mi libreta vacía en la que tengo apuntadas algunas ideas para el concurso de escritura y trato de darle forma para que salga algo con sentido. De vez en cuando mi mirada va de la mesa a la ropa de encima de la cama. También reviso el móvil un par de veces pero no salta ninguna notificación. Después de un rato me paso las manos por los hombros y el cuello dándome un masaje sin dejar de darle vueltas a la cabeza. 

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Hoy vuelvo, como ya os comenté, con la actualización semanal de dos capítulos. Dejadme un voto ⭐ si os ha gustado el capítulo y comentadme qué os ha parecido, ya sabéis que me ayudaría un montón. El siguiente capítulo seguro que os encanta...

Muchas gracias por leer. 🧡

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