Al día siguiente no veo a Caleb por la facultad. No se si agradecerlo después de lo que pasó en la fiesta porque no tengo ni idea de qué hacer cuando me lo vuelva a encontrar por el campus. De qué manera me miraría, si estaría serio o, por el contrario, volvería a hacer algo parecido a lo de la noche anterior. Creo que para él esto ha dejado de ser un juego y el besarme ha sido una declaración de intenciones en toda regla. Me paso las manos por los labios y a mis recuerdos les acompaña una cálida sensación en mi vientre. Quiero que vuelva a pasar.
La voz de mi profesora me recuerda que aún sigo en clase aunque, por suerte, ya ha terminado. Son las 12 y, sabiendo que Fallon y Christine tienen clases hasta las tres, decido ir a nuestro apartamento y aprovechar para escribir algo para el concurso de escritura, al menos si logro concentrarme.
Al coger el coche que he aparcado fuera me doy cuenta de que hay unos cuantos deportistas que lo rodean. Por suerte, hay alguna cara conocida.
—Beck, ¿qué tal? Apenas te vi en la fiesta de anoche.
Gira su melena rubia algo despeinada y me encuentro con sus ojos azules, hundidos por las ojeras de la noche anterior y casi ausentes de brillo.
—Bueno, estabas a otras cosas, no te preocupes. —Dice, intentando que le salga una risa.
Se pasa la mano por el cuello, toqueteando la cadena de un colgante y cuando la pieza verde de lego asoma por su camiseta, la vuelve a meter dentro. Se alisa la camisa con las manos, y me doy cuenta de que está ligeramente arrugada.
—No te rayes, en serio. Ya habrá más fiestas. —Dice de repente Duke apareciendo detrás de él.
—Piensas todo el rato en eso, me da a mí. —Le respondo con tono burlón.
Se gira hacia mí, casi sorprendido de que le hable de esta forma, teniendo en cuenta cómo acabó nuestra conversación, pero agradezco que no saque el tema, especialmente aquí.
—Para algo estudio organización de eventos.
—Con marketing y publicidad, de esa parte no te libras, colega. —Añade Kyle.
—Ríete ahora cuando organice las mejores fiestas post-partido de la NBA.
—O fiestas de cumpleaños para niños pequeños. —Comenta Beck.
—Nunca se sabe donde podemos acabar. —Intervengo.
—Mientras sea con trabajo... —Dice Kyle, que lleva una cámara de fotos colgando del cuello con una gruesa correa con la bandera británica.
—Ya te lo he dicho, tú me haces las fotos de los eventos. —Le consuela Duke.
Sonrío ante el buen rollo que tienen los chicos y mi mirada enseguida va a Beck, que está de brazos cruzados y el ceño fruncido.
—Tengo que irme, chicos. —Anuncio, dándole un largo abrazo a Beck. Cuando me separo de él, le miro a los ojos y hago un gesto con la cabeza. No sé si me dirá lo que le pasa, pero espero que sepa que me tiene para lo que haga falta. —Nos vemos. —Añado con una sonrisa y despidiéndome de ellos con la mano.
Justo antes de sacar el coche de la plaza de aparcamiento, oigo a Kyle decir:
—Me cae bien la chica.
***
Al llegar al apartamento, me encuentro con Alice en el sofá con un vestido negro que, al levantarse para saludarme, veo lo poco que deja a la imaginación.
—¿No tienes clase tú tampoco? —Me pregunta.
—No, ya he acabado. ¿Qué haces tan arreglada?
—Nada. —Responde con una sonrisa pícara colocándose el pelo, que se ha alisado. No es que le tome mucho tiempo, no más que el que le tomaría a Christine, pero no es algo habitual. —Solo me he pintado un poco.
Me fijo un poco más en ella y veo cómo se ha hecho el eyeliner más grueso, lleva pintalabios rojo oscuro en vez de el gloss habitual y un collar de perlas que le queda extraño, como si se lo hubiese escogido otra persona.
—¿Tienes... una cita?
Su amplia sonrisa me lo confirma sin que tenga que decir nada más.
Creo que eso explica por qué Beck estaba tan raro.
—¿Estoy guapa? —Pregunta con una pizca de duda en su voz.
—Eeh... —Es mi mejor amiga, tenemos prohibido mentirnos pero también herir nuestros sentimientos. Así que intento encontrar un punto medio. —Quizás mejor sin el pintalabios.
Alice va corriendo hasta el sofá y saca un espejito y una toallita desmaquillante.
—Tienes razón. Es demasiado.
Y procede a quitárselo con varias pasadas, aunque dejando un ligero tono rosado en sus labios.
—Se iba a ir de todas formas. —Añade guiñándome un ojo.
Cuando me aseguro de que no mira, dejo que se me escape la expresión de confusión extrema que está deseando salir. Por desgracia, en cuestión de segundos tengo que ponerla bajo llave porque suena la puerta.
—Luego te lo cuento. —Promete Alice antes de salir disparada, parándose delante de la puerta justo antes de abrirla, fingiendo tranquilidad. Cuando lo hace, me encuentro con un chaval un poco más alto que Alice, con una camiseta negra y cazadora de cuero del mismo color. Estará mazadísimo, pero tiene ese rostro chulesco y superioridad que me pone nerviosa, al que se añade una sonrisa perversa cuando le da un toquecito en el culo a mi amiga.
—¿Ya estás? —Pregunta con casi tanto pasotismo como con el que se mueve, como si llevase esperándola una hora de pie.
—Sí, me faltan los zapatos. —Dice antes de coger dos pares y enseñárselo al chico, que se ríe al ver los tacones. Alice los deja en el suelo y se pone en su lugar la segunda opción, unos botines planos. Va hacia el sofá a coger su abrigo que es más corto que el vestido que lleva y antes de salir, el chico vuelve a tocarle el culo a Alice, esta vez de manera mucho más evidente.
—Te veo luego. —Se despide Alice ilusionada, pero el portazo del otro deja su frase a medias.
En cuanto se cierra la puerta, dejo salir al exterior la expresión de asco que lleva queriendo salir desde que el chaval ha aparecido por la puerta y que solo ha ido en aumento. Si yo estoy así, Beck debe estar sufriendo de náuseas. ¿En qué momento ha pasado todo esto?
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Miénteme Hoy (Golden Oaks #1) [+18] [BORRADOR] ✔️
RomanceUn jugador de baloncesto y una escritora tendrán que fingir estar liados después de un encontronazo en una fiesta. Solo hay una norma: no van a besarse. ~~~ A Mia le encanta salir de fiesta por el campus con sus amigas, aunque no termina de desmel...