Nada más volver a San Francisco me concentro en terminar el relato para el concurso. Trato de no darle demasiadas vueltas y quedarme con que, al menos he conseguido salir de mi zona de confort. Mi cabeza no para de irse al otro documento de romance que está esperándome en mi ordenador, con la que me pongo de vez en cuando casi a modo de descanso de la del concurso. Después de semanas de borrar párrafos todo el tiempo he acabado con una pequeña historia de un artista obsesionado con toques paranormales que ya está casi terminada.
Caleb ha estado enfocado en los entrenamientos para el partido de Washington, así que solo hemos coincidido en las clases. Todavía quedan un par de días para el partido y recuerdo que tenemos que acabar el trabajo de literatura, así que le mando un mensaje para avanzar o, más bien, empezar el trabajo. A los pocos segundos contesta.
Caleb: acabo de terminar el entrenamiento, dame unos 20 minutos y voy para allá
Cojo de mi mesilla mi copia del libro, del cual la mayoría son notas de otros autores analizando la obra, notas a pie de página y una lista al final de otros libros de consulta. Me pongo a releer el poema y los post-its de colores con todas las referencias que he visto, que casi abarcan el poema entero.
—Mia, tu chico está en la puerta. —Me avisa Christine, que también se ha quedado en el apartamento para estudiar.
Me levanto de la silla y voy corriendo al piso de abajo para encontrarme con Caleb con el pelo ligeramente mojado y una sudadera de color verde esmeralda y pantalones negros de chándal. Me lanzo a sus brazos sin dudarlo, y me recibe al instante, sabiendo que iba a besarlo y me levanta, haciendo que mis piernas acaben rodeando su cintura.
—Puedo irme a la biblioteca. —Oigo a Christine decir tímidamente.
Caleb me baja y presiono los labios, sin poder contener mi sonrisa.
—Tenemos que hacer un trabajo para clase.
—Vale. Yo lo digo por si acaso. —Añade con una risita.
Cuando subimos al piso de arriba, Caleb empieza sacar cosas de su mochila, un portátil y una carpeta llena de papeles.
—He buscado un par de cosas para la parte de introducción y para apoyar el análisis. —Dice mientras los ordena en mi escritorio.
Le ayudo sacando más papeles de su carpeta y me fijo en los títulos de algunos de los artículos.
—¿Vas a hacer un trabajo sobre novelas románticas? —Digo levantando una ceja.
—La novela en el romanticismo. Y sí, también trato el tema del amor.
Sonrío acariciándome el tatuaje que simboliza la dualidad de esa palabra.
—¿La pasión? —Inquiero poniéndome de puntillas, a centímetros de él.
—También.
Noto cómo la mirada de Caleb se va oscureciendo poco a poco y no deja mirarme la boca hasta que termina devorándola, dejándome sin aliento. Me muerde el labio inferior y nuestras lenguas se encuentran de forma inevitable. Es solo cuando se me escapa un jadeo y recuerdo que no estamos solos que me detiene.
—Será mejor que empecemos con el trabajo, Gatsby.
Empezamos dividiendo las referencias del poema por tipo, aunque la mayoría tienen relación con la mitología.
—He hecho un poco de trampa, porque aquí también hay cosas del romanticismo. Está plagado de simbología de la época, la ambientación, los motivos...
Continúa hablando del estilo del romanticismo en la literatura y confirmo que podría pasarme horas escuchándole hablar sobre libros. Aunque seguramente sobre cualquier cosa.
—Vas a sacar notaza, desde luego. —Señalo con una risita.
—Eso espero. —Resopla. —Nos están mandando muchos ensayos ahora de golpe y tengo que seguir manteniendo una buena media. No puedo entregar algo hecho en el último momento.
—Puedes quedarte después a seguir con tus ensayos mientras escribo.
Caleb sonríe mirando su portátil que está encima de mi cama.
—Por eso me lo he traído. Ya que estoy aquí aprovecho y me quedo a trabajar. No he tenido mucho tiempo de hacerlo con los entrenamientos. Luego podríamos... trabajar en otra cosa a lo mejor.
—Le diré a Christine que se vaya a la biblioteca. —Respondo.
Después de hacer unas cuantas páginas para el trabajo detallando cada referencia, Caleb se coloca en la cama con su portátil y todos sus papeles para ponerse con uno de sus ensayos. Yo me quedo en el escritorio y decido seguir con mi proyecto secundario para desconectar del relato. Cuando coloco un par de cosas, veo la copia del libro de La Bruja Del Atlas de Caleb. No tiene ninguna marca que indique que sea de biblioteca, ni las páginas demasiado amarillentas. De hecho, todavía huele a nuevo. Lo que sí tiene son varios pos-its de colores, algo normal cuando estás haciendo un trabajo de este tipo. Los colores coinciden con los encabezados del borrador sobre el que estamos escribiendo, a excepción de uno. Con curiosidad, cojo uno de los post-its amarillos y al abrir por la página que marca veo varios versos señalados con lápiz.
Su madre era una de las Atlántidas:
el sol que todo lo contempla nunca se había enganchado
en su amplio viaje por los continentes y los mares.
Una criatura tan bella, como ella yacía envuelta
en la cálida sombra de su belleza; - la
besó con sus vigas, e hizo todo dorado.
—¿Cómo vas, Gatsby? —Me pregunta de repente Caleb, sobresaltándome ligeramente y haciéndome cerrar el libro. Lo dejo encima de la cama y voy hacia él esquivando los papeles para darle un beso en los labios.
—Ahora mejor.
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Hoy vuelvo con un capítulo cortito pero que tiene una escena bastante importante para la historia que espero que hayáis disfrutado mucho. También os aviso de que dentro de nada se va a liar. ¿Tenéis alguna teoría sobre lo que podría pasar?
Dejadme un voto ⭐ si os ha gustado el capítulo y comentadme qué os ha parecido, ya sabéis que me ayudaría un montón.
Muchísimas gracias por leer y nos vemos pronto. 🧡
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Miénteme Hoy (Golden Oaks #1) [+18] [BORRADOR] ✔️
RomanceUn jugador de baloncesto y una escritora tendrán que fingir estar liados después de un encontronazo en una fiesta. Solo hay una norma: no van a besarse. ~~~ A Mia le encanta salir de fiesta por el campus con sus amigas, aunque no termina de desmel...