Capítulo 14

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- ¿Dónde está la nena? – pregunté mirando a mi hermano.

- Aun están dentro de la mansión – respondió.

- Deberían llevársela pronto – murmuré.

Miré a los diferentes puntos, cada lobo estaba escondido esperando alguna señal. Mi hermano estaba a mi lado.

- ¿Estás segura que esto funcionará? - Duncan preguntó a mi lado.

- Estamos a una distancia moderada para que ellos pasen y entren a la manada – murmuré – sin que escuchen ni vean a alguno de los hombres del Alfa –

- Esperamos la señal de Damon y atacamos – habló en tono de pregunta, asentí.

Detrás de nosotros se movieron algunas hojas, miré sobre mi hombro, Duncan se giró apuntando con sus dagas. El lobo negro del Alfa se presentó, me miró y su hocico chocó con mi rostro de forma delicada.

- ¿Qué sucede? – pregunté acariciando su oreja.

- Estoy aburrido – su voz retumbó en mi mente.

Se tumbó en el suelo, mi mano siguió acariciando detrás de su oreja. Miré su cola y reí tratando de no hacerlo fuerte, su cola comenzó a moverse como la de un perro.

- Cada vez pareces más un perro – murmuré riendo leve.

Duncan miró la cola del Alfa, tapó su boca al soltar una carcajada. Dexter gruñó y miró a mi hermano, me miró y se levantó, dio media vuelta y comenzó a caminar por donde llegó.

- El perro quería más cariño y tú lo molestas – mi hermano comenzó a burlarse.

- Cállate, tenemos que estar atentos – murmuré divertida.

- Me tendrás que avisar cuando estén hablando – Duncan comenzó a hablar – tú tienes el vínculo con los lobos – terminó de hablar.

- Las piernas se me están acalambrando – hablé acomodándome.

Me senté en el suelo estirando mis piernas, Duncan copió mi acción, apoyó sus manos en el suelo por detrás de su espalda y miró el cielo.

- El trasero me quedará plano – habló de la nada.

Lo miré frunciendo el ceño, negué divertida.

- No es que quiera pelear, pero que los vampiros lleguen luego – hablé analizando el lugar.

- A dos kilómetros de la manada – una de las voces de los lobos sonó en mi mente.

- A dos kilómetros de la manada – hablé levantándome.

Duncan se levantó rápido, tomó su capucha y se la puso, me miró por debajo de la mascara y saltó a uno de los árboles. Hice una seña a los lobos cercanos los cuales comenzaron correr de inmediato. Tomé la capucha y cubrí mi cabeza, acomodé la mascara que cubría mi boca y nariz, y seguí a los demás.

Sentí las ramas de los árboles moverse a causa del Tarzán que tengo de hermano, los lobos corren a los lados y delante de mí.

El viento golpea mi rostro y mueve la capa dejando ver mi ropa y mascara. Esto es divertido, una leve sonrisa se asoma en mi rostro disfrutando del viento contra mi cuerpo.

Mi rostro se contrajo, las pisadas se escucharon a mi espalda, fruncí el ceño y me giré de forma rápida con las dagas ya en mano. Me encontré con un vampiro de frente, agaché mi cuerpo esquivando su golpe. En su rostro se asoma una sonrisa, mi mano viajó a su costado con la daga empapándola de su sangre, gritó y gruñó golpeando mi espalda con su codo, me moví hacía atrás.

Luna Negra [... El Final]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora