Capítulo 18

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Ya casi al anochecer llegamos a la manada. Estaba un poco nerviosa, el saber que he estado hablando con alguien que no es Dexter, de alguna forma no lo es, no es fácil de procesar. Las preguntas y algunos cabos viajan por mi mente.

- ¿Todavía estas tratando de asimilar que has hablado con Derek más de una vez? – su pregunta me sobresalto.

- Sí – murmuré.

- No hagas que me arrepienta de haberte contado de Derek – habló un poco cabizbajo.

- No es eso – hablé – ¿Cuántos tú son? –

Ni yo pude entender mi tonta pregunta.

- Solo somos Dexter y Derek. A veces hablamos los dos, a pesar del color de nuestros ojos, todo depende de la situación y que tan de acuerdo estemos los dos – comentó – Dexter es considerado el Alfa de Alfas, y Dereck el Alfa Demonio – informó – ambos tenemos el mismo poder con un título diferente –

- Mi cabeza estallará – comenté divertida.

Entramos a la mansión y lo primero que vi fue a una Zali agobiada junto a un Sean alarmado. Se acercaron a nosotros y nos guiaron al despacho.

- Estamos en problemas – Zali murmuró antes de entrar.

Al abrir la puerta analicé a los presentes, mi ceño se frunció al mirar a Keila, su sonrisa orgullosa me daba mala espina. Los chicos estaban serios junto a las chicas. Mantuve distancia con el Alfa.

- ¿Qué sucede? – el Alfa preguntó caminando a su escritorio.

- Tendremos visita – Sean comentó serio.

El Alfa lo miró esperando una respuesta concreta, el hermano tensó la mandíbula y antes de abrir la boca fue interrumpido.

- El Consejo vendrá a supervisar, amor – Keila se acercó coqueta.

Me miró y sonrió con victoria. Caminó hasta el Alfa y tocó su hombro con toques traviesos.

- Ya entiendo – hablé.

- Estarán alrededor de una semana – Sean informó.

- Y supongo que no vienen a ver que tan bien está la manada – su voz se volvió un poco más ruda – vendrán a ver que tan bien cuido a la hija de Callen – habló brusco.

Sean asintió y Keila hizo un pequeño berrinche, los chicos hicieron una mueca ante el comportamiento de Keila.

- ¿A qué hora llegan? – el Alfa preguntó.

- Ahora mismo, amor – Keila habló contenta – están afuera – nos miró sonriendo y salió del despacho.

- A fingir se dijo – suspiré.

- Y una mierda – el Alfa gruñó.

- Alfa, no seas imprudente – Sean lo regañó – Alexia, eres amiga de las chicas, y tu curiosidad te llevó a descubrir esté mundo – asentí a sus palabras.

El Alfa salió del despacho, le seguí y detrás salieron los chicos. Caminamos en un silencio un poco alarmante. Llegamos al salón encontrándonos con varios hombres y la señora Luci.

- Alfa Mayer – uno de los hombres se levantó – un gusto verlo –

- No puedo decir lo mismo – el Alfa habló serio.

- Disculpen los modales de mi hermano – Sean lo miró de reojo – hoy no ha sido un buen día, y ya saben como es su personalidad. Tomen asiento y siéntanse cómodos – les sonrió con hipocresía.

Luna Negra [... El Final]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora