Capítulo 35

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Moví por última vez al vampiro, su cuerpo seguía sin responder.

Mi cabeza giró ante el llanto de Zali. Aullé llamando a Rain. Me acerqué para poder verla mejor, su rostro se había vuelto pálido, nada en comparación a su piel morena; sus labios tenían una mezcla entre azules y morados con rastros de sangre.

La manada guardo silencio, su preocupación estaba afectado de gran manera. El miedo de todos removía mi interior, reconocía las emociones de todos los presentes ante el cuerpo prácticamente muerto de su Luna.

- ¿Dónde mierda está el brujo?, déjame llamarlo – Derek se removió inquieto.

- Guarda silencio – respondí.

- ¡Es nuestra cachorra la que esta muriendo! – su gritó provocó dolor de cabeza.

- Duncan, llama a Rain – Alanna ordenó ansiosa.

Duncan preparó una flecha la cual fue lanzada a los pocos segundos explotando en el cielo.

Mis huesos se comenzaron a remover, la incomodidad inundo mis órganos y músculos. Mi cuerpo estaba volviendo a ser humano, el exceso de pelo desapareció y mis pies volvieron a ser los encargados de llevar mi peso.

Mi hermano se acercó con un short, su mirada evadió la mía y retrocedió.

Me acerqué a Zali y me entregó a mi cachorra entre lágrimas. Su cabeza cayó contra mi pecho manchando mi piel con su sangre. Mi corazón se aceleró al no sentir su respiración.

Derek se removía inquieto, saltaba y sentía sus gruñidos. Mi cabeza estaba por explotar y mis músculos estaban amenazando con contratacar con calambres dolorosos.

- Llévenla adentro – Rain pasó a paso rápido por mí lado – y a los otros dos chicos igual –

- Harry, encárgate de John – ordené – Sean, del vampiro –

Cargué con cuidado a mi chica entre mis brazos, su cuello quedó al descubierto, su brazo cayó muerto y el otro quedó sobre su estómago.

El viento golpeó mi cuerpo, pero su brisa no era suficiente fría como para provocarme un escalofrío más fuerte que, el que me provocaba tener a mi cachorra entre mis brazos muerta.

<< No, no puede estar muerta >>

Entramos a la mansión y nos desviamos a la sala. En el sillón la recosté y retrocedí a lo que Rain se acercaba sin dudarlo.

Los minutos no fueron horas, fueron años. Observaba como movían a mi chica, como trataban de reanimarla sin éxito. Rain pronunciaba palabras en su idioma, conjuro tras conjuro sin tener resultados positivos.

La manada esperaba en la fría noche, los chicos esperaban en la entrada de la sala. Sus emociones se acumulaban en mi interior, al ser el Alfa sus temores recaían en mí haciendo los suyos un poco menores, pero eran temores grandes que ni al ser absorbidos por mí, lograba tranquilizar a mi manada.

- ¡Mierda! – Rain cayó de rodillas ocultando su rostro entre sus antebrazos.

Sus sollozos alarmaron el miedo que tanto tenía. No podía reanimarla.

- Daño su interior – el brujo exclamó entre sollozos – solo él puede salvarla, si es que hay alguna esperanza –

- ¿La marca? – John habló con dificultad afirmándose de Harry.

- La marca la matará – Rain se levantó.

- La marca fortalece el sistema de la persona – mi delta volvió a hablar.

Luna Negra [... El Final]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora