Capítulo 27

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Miré seria y un poco ansiosa al hombre frente a mí. Sentado en un crucé de una pierna sobre la otra, sus codos reposaban en su pierna y el otro en el brazo de la silla, un gorro negro y elegante adornaba su cabeza y sus dedos acariciaban su larga barba.

Mis manos reposaban en mis rodillas, mi espalda apoyada contra el respaldo de la silla, y nuestras miradas luchando una guerra sin fin.

A nuestro alrededor había varios hombres con capuchas que tapaban desde sus cabezas hasta sus pies. El lugar era elegante y simple, igual que la última vez que nos vimos en el galpón.

Sus labios forman una sonrisa y sus ojos botan chispas de maldad.

- ¿Preparada para la boda de hoy? – preguntó con maldad pura.

- Me interrumpiste mientras me arreglaba – respondí con simpleza.

- ¿Qué se siente ver a tu ser amado apunto de poner un anillo en el dedo de otra mujer? – sus ojos saltaron en diversión – la mujer que odias – susurró en tono perverso.

- Lo mismo que todos sienten cuando pierden a quien aman – respondí sin inmutarme - ¿Qué sentirías si te quitan a tu arte más prohibida en el mundo? – me incliné hacía Heider.

Hubo un silencio entre nosotros. Su semblante cambio al igual que su postura sobre la silla. La incomodidad y un poco de dolor en su ser malvado se asomaron.

- ¿Golpe bajo? – alcé una ceja divertida.

- Golpe bajo – soltó una risa.

No respondí a sus palabras, solo me dediqué a mirarlo y analizarlo.

- ¿Qué quieres está vez?, tengo una boda a la que asistir – hablé después de un rato.

- Solo recordarte que no arruines esta boda – habló serio.

- ¿Qué pasa si lo hago?, ¿la princesita de Callen irá llorando a ti para que tomes venganza? – hice un puchero burlesco.

- No – su semblante se puso serio – Cam Smith muere – susurró.

Tensé mi cuerpo y mi mandíbula, lo miré seria.

- Es de cobardes meter a terceros en una guerra de dos – murmuré.

- Cam muere – se inclinó a mí – recuérdalo – susurró sonriendo.

Se levantó de la silla y me miró desde arriba.

- ¿Quién de aquí es? – pregunté directa.

- ¿Qué? – fue lo único que dijo.

- ¿Quién de aquí es Callen? –

Sus ojos se abrieron por unos segundos al escuchar mi pregunta. Sonrió orgulloso y dio un paso atrás.

- Pensé que no lo descubrirías – murmuró sin quitar su sonrisa.

Sus dedos hicieron una seña, a los segundos uno de los hombres da un paso al frente y retira su capucha. El rostro de Callen me miró sorprendido e intercalaba miradas entre Heider y yo.

- Sabias mucho para ser un simple miembro del Consejo – comenté ante su expresión – y eres una basura para ser alguien encubierto – lo miré de pies a cabeza – hasta Keila sirvió más –

- Bueno, querida Hija de Satanás – Heider habló – me despido –

- Heider – llamé su atención antes que desapareciera – a Cam no lo toques – murmuré seria.

- Todo depende de ti –

Sin esperar más tiempo salí del lugar una vez quedé sola. El camino se me dificultó, ya que aún no podía caminar bien y de ratos me daban algunas puntadas en mi muslo.

Luna Negra [... El Final]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora