Capítulo 26

715 80 30
                                    

Estaba concentrada en el Alfa, su mirada estaba centrada en los papeles, sus cejas estaban casi que se juntaban. Keila estaba parada a su lado mientras vociferaba una y otra palabra que para mí eran ignoradas.

Los recuerdos desde el día que nos conocimos vagaban por mi mente. Analizaba cada rasgo de su rostro como si fuera la primera vez que lo admiraba, su cabello negro casi ondulado que en este último tiempo se lo había dejado crecer un poco. Me fijé en su perforación, un aro negro con un colgante lo adornaban. Su nariz fina y sus labios que formaban una mueca.

Sus manos, sus dedos. Él, era como si por primera vez mi vista encontró algo por lo que escribir y expresar miles de sensaciones. Impregnar en paginas una historia que, hasta el momento era trágica, pero enamoraba con sus actos. Él era la realidad más caótica que se pueda leer.

Aun con las personas en el despacho. Aun con Keila acariciando sus hombros que provocaban gruñidos leves en forma de reproche. Aun con los chicos serios y las chicas asesinando a Keila con la mirada. Aun con el silencio incomodo que había. No podía evitar no admirar al Alfa que estaba en el escritorio con la mirada fría sobre sus papeles.

Y volvíamos a estar tan cerca y tan lejos a la vez.

La junta en el despacho fue por la falsa boda que se debía organizar. El Consejo citó a los chicos y Callen ordenó mi visita. Las chicas reprocharon apenas entraron al despacho mientras los chicos las hacían callar.

Yo solo entré con la ayuda de Zali y me senté sin emitir alguna palabra hasta ahora, mi silencio pareció ser el causante de la incomodidad en el lugar.

- ¿Y?, ¿ya vieron la decoración?, ¿la comida?, ¿los invitados? – Callen preguntó emocionado.

- Si te callas terminaremos con eso pronto – Dexter respondió tajante.

- No, papi – Keila le sonrió – mi amor aún está decidiendo eso – acarició la mejilla del Alfa.

- Sean – llamó a su hermano – encárgate de los invitados – se levantó de su escrito alejando a Keila.

- Claro, Alfa – el rubio asintió.

- Zali, ¿puedes encargarte de la decoración? – preguntó mirando a mi amiga.

- Claro, Alfa – Zali asintió.

- Encargarte de la comida – ordenó sin mirar a Keila.

Se alejó del escritorio, antes de salir miró a Sean y ambos asintieron. El Consejo salió menos le padre de Keila.

- Humana – habló sonriendo.

- ¿Qué? – mi voz salió un poco áspera.

- Mi hija quiere que seas la dama de honor – sonrió aún más grande.

- Dile a tu hijita que se pudra – hablé seria – tiene a sus perras para que le sirvan de dama de honor en está farsa –

- Estas hablando de la futura Luna de la manada más poderosa – comentó entre dientes.

- Cuando tenga el respeto de la manada, será una verdadera Luna – respondí.

- Yo que tú voy aceptando quien será la Luna de la manada – Callen habló con grandeza - ¿Dónde fue mi yerno? –

- Tiene que ver unos asuntos de la empresa – Sean respondió.

- A penas se desocupe dile que debemos ver el tema del traje – y salió del despacho junto a su hija.

- Luna – Sean habló.

- Deja de llamarme así – comenté sin mirarlo – después de la boda, no será bien visto que llamen Luna a otra –

Luna Negra [... El Final]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora