Capítulo 5 (E)

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Mi corazón dolía de alguna forma y el nudo en la garganta se mantenía. Mi mirada estaba fija en la pared tratando de ignorar la imagen que todos presenciaban.

El moreno bajaba las escaleras tratando de apresurar el paso en un acto poco disimulado con la chica a su lado quien iba tomada de su brazo. Damon se mantuvo a mi lado en estos minutos.

Llegaron al último escalón. Keila sonrió a todos los presentes. Por lo que había entendido, cada vez que la niña quería una fiesta, la manada debía de realizarla. Y bueno, aquí estamos, vestidas para la ocasión y con el corazón hecho trizas.

—Alexia —su escandalosa voz retumbó en mis oídos.

—Keila —hablé sin interés.

—¿Bonita fiesta verdad? —preguntó con hipocresía.

—Bastante —murmuré—, innecesaria — finalicé.

Su rostro se contrajo y apretó más fuerte le brazo del moreno. Logré ver de reojo como refregó sus pechos contra el brazo del Alfa.

—¿No has probado el vino? —Keila volvió a preguntar—, es traído de Francia especialmente para mis fiestas.

—No bebo —hablé cortante.

—Podrías mirarme siquiera —habló con inocencia—, o quizás ¿estarás evitando vernos como pareja? —preguntó con burla.

Giré mi rostro hacía ella y entrecerré los ojos por breves segundos.

—Es más interesante la pared que ver tu rostro operado —murmuré desviando la mirada otra vez.

Keila chilló provocando que Dexter hiciera una mueca y llevará una mano a su oído. Antes que la chica volviera a hablar el Alfa la detuvo con un gruñido.

—Tus amigas están en la sala - habló serio - ve a saludarlas y quédate con ellas -

—Acompáñame, amor, a ellas les gusta tu presencia —Keila hizo un puchero.

—Tengo papeles que revisar.

La indiferencia del moreno me hizo sonreír a lo bajo. Desvié mi rostro para ocultar la sonrisa que se había formado en mis labios. Escuché la queja de Keila y los pasos del Alfa alejándose. Llevé mi mirada a su dirección, su espalda fue lo único que me dejó ver.

Se detuvo antes de llevar su mano a la manilla de la puerta. Me miró, paso su mano por su cabello desordenándolo y entró a su despacho.

<< Eres bonito peinado, pero irresistible con el cabello desordenado >>

Los minutos pasaron y la fiesta cada segundo se volvía más aburrida que al principio. Las personas hablaban entre sí, pero el ambiente era tenso. Se les notaba el miedo de hablar libremente mientras que las voces chillonas y carcajadas ruidosas de Keila y sus amigas llenaban la sala, quizás la mansión completa.

Las puertas de la mansión se abren de forma brusca, dos figuras masculinas entran con la respiración agitada.

—¡Estamos bajo at...

El guardia que gritó segundos antes cayó al suelo con una flecha en su pecho. El otro guardia se desespera y giró sobre sus talones, se pone a la defensiva y llegan más guardias. Algunos de los hombres en la mansión aun estando en traje se ganan en filas a la entrada de la mansión.

Las mujeres se miran y corren a la puerta trasera de la mansión. Corrí delante de ellas pasando por las ventanas en alerta, ellas corrían detrás de mí. Llegué a la puerta trasera y la abrí con cuidado, miré fuera de la mansión. Terminé de abrir la puerta y salí primero.

Luna Negra [... El Final]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora