Capítulo 37

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Las chicas estaban conmigo en la habitación ayudándome con el vestuario y maquillaje. Podría decir que ellas estaban más emocionadas que yo. Cam estaba sentado en la cama junto a Gus discutiendo por quien tomaba la decisión final.

Durante este tiempo contactamos junto a Cam a Gus y Klaus. Y junto a Alex buscamos a los chicos, Brad, Matt y Max que ahora estaban con Dexter en la habitación de al lado, los gruñidos y sus discusiones nos mantenían con una película gratis.

- ¿Qué tal? – Zali se acercó a mi oído.

Me miré al espejo.

- Esta hermoso – le sonreí.

- Te ves muy hermosa – Gus me miró.

- Decidir cambiar el blanco por el azul, fue una idea esplendida – Cam me miró de pies a cabeza.

- ¡Vete al diablo, pedazo de pasto! – el gritó de Sean se escuchó como si lo hubieran gritado en esta habitación.

- ¡¿Cómo mierda le va a poner esa rosa roja?! – Alex gritó de la misma forma.

- ¡Cállense! ¡Alexia los va a escuchar! – Brad gritó.

- ¡No escuchamos nada! – grité divertida.

Ningún ruido se escuchó. Con los presentes nos reímos a los pocos segundos.

- Permiso, me mandaron a preguntar algo – Brad entró a la habitación – el Alfa no esta seguro si ir bien peinado o algo no tan formar, ¿Qué dices? – habló en español.

- Que no se peine tanto, me gusta su cabello al natural – respondí en el mismo idioma.

Asintió y caminó hasta la puerta.

- ¡Oye! – lo llamé antes que saliera – ponle alguno de sus aritos, se le ven malditamente caliente –

- En la noche te saciará su pito – me guiñó un ojo y se fue.

Solté una risa leve ante sus palabras.

A los minutos la puerta de al lado se abrió y los pasos se alejaron rápido, los chicos ya se habían ido.

- Ya es hora – Klaus miró su celular.

- No pensé que Alex me traicionaría y se iría con Dexter – murmuré arreglando la parte trasera del vestido.

- Somos muchas damas de honor como para haber tenido cuatro más – Cam afinó la voz y pestaño rápido.

Reí divertida y negué mientras sonreí.

- Espero no te moleste – Zali entró a la habitación después de haber salido – quisimos reemplazar el vuelo – hizo una pausa – mejorarlo, mejor dicho –

La miré curiosa por lo que traía detrás de ella, sus manos se alzaron dejando ver una caja. La tomé cuando me la tendió y la abrí impaciente. Dentro de la caja había una tiara plateada casi tirando a blanco que era adornado por perlas azules.

La retiré de la caja y un velo largo se hizo presente frente a mí.

- Esta hermosa – murmuré admirando la corona-velo que tenía en mis manos.

- ¿Puedo? – Gus preguntó, asentí.

Tomó el velo en sus manos y me lo puso con cuidado, se alejó unos pasos, me miró y sus ojos se cristalizaron.

- Mierda – chilló – ya no eres nuestra pequeña – alzó la mirada al techo tratando de no derramar sus lágrimas.

- Mejor nos vamos, te esperamos en la ceremonia – Klaus tomó el antebrazo de Gus – te ves como una completa Diosa – me tiró un beso en el aire.

Luna Negra [... El Final]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora