A la mañana siguiente no encontré a Dexter por la habitación, se me dificultó levantarme de la cama y llegar al baño. En la mesa de noche, el cajón más grande, tenía guardado galletas y cosas para comer y beber.
Mi cuerpo dolía y prácticamente estaba marcado, sus manos, chupetones y mordidas estaban dispersos en diferentes zonas de mi cuerpo.
Pasaron tres días desde la noche con el Alfa y seguía en la habitación, podía caminar más aun que igual sentía un poco de dolor. La casa seguía sola y no tenía con quien hablar. En estos días no salí de la habitación y me quedé con lo que me había dejado a mano.
Me sentía un poco sola, para no decir mucho. Tenía confusión de lo sucedido esa noche.
Era medio día, y después de algunos días logré escuchar algunos gritos de la planta de abajo. Era la voz de los chicos gritando. El silencio volvió a inundar la casa, mi vista se quedó fija en la puerta esperando que alguien entrará. Era irónico, a está planta nadie se atreve a subir.
Pasos acelerados se escucharon por el pasillo y la puerta se abrió de forma brusca, Zali se quedó parada mirándome en la puerta. Su mirada me analizaba, se acercó a la cama.
- Tiempo sin verte - hablé.
- ¿Qué pasó? - soltó sin expresión.
Negué sin tener una respuesta. Se sentó en la cama y me miró de la misma forma que todo este rato.
- ¿El Alfa? - preguntó, me encogí de hombros - ¿sabes cómo está la mansión ahora mismo? - su pregunta me desconcertó.
- Follamos y después desapareció - solté de golpe - he estado en la habitación estos días - forcé una sonrisa.
- ¿Puedes caminar? - se tomó su tiempo para preguntar.
- Ahora sí - reí después de hablar - nunca creí que te podrían dejar sin caminar bien -
- ¿Estás lastimada? - preguntó frunciendo el ceño.
Negué, entrecerró los ojos en respuesta. Destapé las sábanas bufando, sus ojos se agrandaron y me miró preocupada.
- Estas más marcada que vaca - comentó asustada.
Fruncí el ceño ante sus palabras. Su mirada cambio rápido y está vez me miró alarmada, se acercó y corrió mi pelo junto a mi cuello a ambos lados. Suspiró aliviada y volvió a sentarse.
- Llegamos a la mansión en la mañana, pensamos que estarían durmiendo o algo así - comenzó a hablar - pero ya estaban tardando mucho. Fuimos a la sala y encontramos una carta botada en la alfombra, cuando la leímos nos dimos cuenta que era del Alfa - hizo una pausa - nos dijo que yo y Sean teníamos permitido subir a su habitación -
- ¿Eso fue todo lo que decía la carta? - pregunté.
- Sí, los chicos están buscando al Alfa ahora - me miró preocupada - la letra no era entendible, y el Alfa tiene una letra muy clara -
- No entiendo - murmuré.
- Morena - se acercó tomando mi mano - te lo preguntaré, tú decides si responderme - hizo una pausa - ¿qué sucedió? - su voz estaba preocupada.
La miré por unos segundos hasta que me decidí.
- Llegamos a la mansión y los guardias se retiraron, lo hicimos y después - hice una pausa.
- Estuvieron anudados - terminó de hablar por mí.
- Solo me decía que lo sentía y fue lo último que escuché - seguí explicando - a la mañana siguiente no estaba -
ESTÁS LEYENDO
Luna Negra [... El Final]
Loup-garouDespués de los años las preguntas seguían surgiendo y las respuestas seguían siendo nulas. La confianza se volvió inestable y la traición comenzó a caminar por delante pero la verdad se terminó asomando. Entramos en una guerra que no comenzamos pero...