Capítulo 17

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A la mañana siguiente no encontré a Dexter por la habitación, se me dificultó levantarme de la cama y llegar al baño. En la mesa de noche, el cajón más grande, tenía guardado galletas y cosas para comer y beber.

Mi cuerpo dolía y prácticamente estaba marcado, sus manos, chupetones y mordidas estaban dispersos en diferentes zonas de mi cuerpo.

Pasaron tres días desde la noche con el Alfa y seguía en la habitación, podía caminar más aun que igual sentía un poco de dolor. La casa seguía sola y no tenía con quien hablar. En estos días no salí de la habitación y me quedé con lo que me había dejado a mano.

Me sentía un poco sola, para no decir mucho. Tenía confusión de lo sucedido esa noche.

Era medio día, y después de algunos días logré escuchar algunos gritos de la planta de abajo. Era la voz de los chicos gritando. El silencio volvió a inundar la casa, mi vista se quedó fija en la puerta esperando que alguien entrará. Era irónico, a está planta nadie se atreve a subir.

Pasos acelerados se escucharon por el pasillo y la puerta se abrió de forma brusca, Zali se quedó parada mirándome en la puerta. Su mirada me analizaba, se acercó a la cama.

- Tiempo sin verte - hablé.

- ¿Qué pasó? - soltó sin expresión.

Negué sin tener una respuesta. Se sentó en la cama y me miró de la misma forma que todo este rato.

- ¿El Alfa? - preguntó, me encogí de hombros - ¿sabes cómo está la mansión ahora mismo? - su pregunta me desconcertó.

- Follamos y después desapareció - solté de golpe - he estado en la habitación estos días - forcé una sonrisa.

- ¿Puedes caminar? - se tomó su tiempo para preguntar.

- Ahora sí - reí después de hablar - nunca creí que te podrían dejar sin caminar bien -

- ¿Estás lastimada? - preguntó frunciendo el ceño.

Negué, entrecerró los ojos en respuesta. Destapé las sábanas bufando, sus ojos se agrandaron y me miró preocupada.

- Estas más marcada que vaca - comentó asustada.

Fruncí el ceño ante sus palabras. Su mirada cambio rápido y está vez me miró alarmada, se acercó y corrió mi pelo junto a mi cuello a ambos lados. Suspiró aliviada y volvió a sentarse.

- Llegamos a la mansión en la mañana, pensamos que estarían durmiendo o algo así - comenzó a hablar - pero ya estaban tardando mucho. Fuimos a la sala y encontramos una carta botada en la alfombra, cuando la leímos nos dimos cuenta que era del Alfa - hizo una pausa - nos dijo que yo y Sean teníamos permitido subir a su habitación -

- ¿Eso fue todo lo que decía la carta? - pregunté.

- Sí, los chicos están buscando al Alfa ahora - me miró preocupada - la letra no era entendible, y el Alfa tiene una letra muy clara -

- No entiendo - murmuré.

- Morena - se acercó tomando mi mano - te lo preguntaré, tú decides si responderme - hizo una pausa - ¿qué sucedió? - su voz estaba preocupada.

La miré por unos segundos hasta que me decidí.

- Llegamos a la mansión y los guardias se retiraron, lo hicimos y después - hice una pausa.

- Estuvieron anudados - terminó de hablar por mí.

- Solo me decía que lo sentía y fue lo último que escuché - seguí explicando - a la mañana siguiente no estaba -

Luna Negra [... El Final]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora