White Lies [Joe Mazzello Y Tú] COMPLETA ✔️

Capítulo 44

44. La llamada.

Ver a Joe tan emocionado provoca en mi una sensación de esperanza.

Antes estaba totalmente decidida a seguir mi vida sin él, y ahora que estaba de vuelta no sabía si aquella decisión era la mejor.

En el camino de regreso al departamento Joe no deja de hablar de los bebés y de recordarme cada detalle de las imágenes que podíamos observar en la pequeña pantalla. Un hermoso brillo iluminaba sus ojos y en su rostro se apreciaba una amplia y radiante sonrisa la cual me había logrado contagiar. Mientras escuchaba a Joe hablar me percato de que se desvía del camino hacia el centro.

— ¿Tienes algo que hacer? — cuestiono a lo que su mirada va hacia mi unos segundos y después la vuelve hacia el frente.

— Iremos a un buen lugar a comer algo.

Asiento con ligereza y lo veo extender su mano hacia la mia para entrelazar nuestros dedos. Una cálida sensación me invade y me permito dar un ligero apretón a su mano haciendo que nuestro agarre se vuelva firme.

Unos minutos más llegamos a un restaurante bastante bonito, Joe baja primero del auto para dar vuelta y ayudarme a bajar a mi. Caminamos hasta la entrada y un hombre con uniforme nos guía hasta una mesa, Joe corre la silla para que tome asiento y así lo hago para después verlo caminar hacia el otro extremo de la mesa y sentarse. Cuando nuestras miradas se conectan sus labios se curvan hacia arriba en una encantadora sonrisa la cual no dudo en devolver.

— Jamás había visto antes un ultrasonido, fue sin duda un momento hermoso.— lo escucho decir mientras toma el menú y lo abre para pasear su mirada por este.

Cuando mis labios están a punto de abrirse para responder el sonido de un móvil me detiene, pero no es el mío. Joe hace el menú a un lado y saca del bolsillo de su chaqueta el dispositivo que no para de sonar, lo veo mirarme de reojo para después ponerse de pie.

— ¿Me disculpas un momento?

— Sí, claro.

Y solo eso le basto para dar media vuelta y llevarse el teléfono al oído. No pude escuchar nada de su conversación ya que se alejo a bastantes metros de la mesa dejándome sola. Su conversación parecía casual, su mirada de vez en cuando iba hacía mí y yo lo miraba igual hasta que sentí que alguien se acercó a mi.

— ¿Puedo tomar su pedido? — aquella pregunta había venido por parte de una chica que solo parecía unos años mayor que yo.

Le sonreí con amabilidad y lleve mis manos hacia la mesa.

— ¿Podría volver en unos minutos más, por favor?

La chica se limito a asentir y volví a quedarme sola. Entonces la curiosidad me llevo a dirigir mi mirada nuevamente hacia Joe el cual seguía hablando por teléfono, solo que ahora parecía más serio, por unos segundos su mirada fue hacia mi y le dedique una amplia sonrisa, a lo cual él se giro de inmediato dándome por completo la espalda.

Aquel gesto me había logrado confundir un poco pero decidí dejarlo pasar. Sentí mi teléfono vibrar en el bolsillo de mi abrigo así que lleve mi mano hacia este para sacarlo, al encenderlo tenía un par de llamadas perdidas y una notificación de un mensaje.

Era Ben.

He estado tratando de hablar contigo desde la mañana, ¿Estas bien?

Rayos, me había olvidado de hablar con Ben. Me llevo una mano a la frente y deslizo está hasta tocar mi cabello, llevo mi mirada nuevamente hacia Joe y veo como este ya se encuentra camino hacia mi.