Capítulo 12

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12. Distancia.

— ¿De verdad?

— ¡Sí! Fue muy gracioso — el castaño rojizo comienza a reír seguido de mi.

Ya han pasado tres meses en los que veía a Joe solo por videollamada, algunos textos y una que otra llamada.

Habíamos aprendido a llevar el comienzo de nuestra relación a través de la distancia y esperabamos vernos pronto. Pero aún así todo seguía siendo un secreto, un secreto del que si si enteraba mi hermano podría terminarse y no quería que aquello pasará, pero tampoco quería seguirle mintiendo a Joe.

Recuerdo que llegamos a la entrada de mi casa y nos detuvimos en el pórtico, los labios de Joe buscaron los míos cuando acercó nuestros rostros pero antes de que pudiera besarme hablé.

— Hay algo que quiero decirte — la voz me sale en un susurro y entonces Joe aparta su rostro del mío cómo lentitud para poder vernos.

— ¿Qué sucede linda? — sus manos bajan de mi rostro hacia mi cintura y las mantiene ahí.

Bajo la mirada hacia su pecho mientras pienso con cuidado las palabras que diría a continuación.

— Podemos, no decirle por el momento sobre lo nuestro a Sam — el castaño rojizo me mira con desconcierto y yo me acomodo un mechón de cabwllo detrás del oído — mira... En estos momentos no conversamos mucho, y aunque el no me lo dice, yo sé que esto está siendo muy difícil para él.

Joe asiente un par de veces y sus dedos dan ligeras caricias sobre mi cintura.

— Lo entiendo amor, pero me gustaría estar contigo el día en que finalmente decidas hablarlo con él, ¿Okay?

— Okay — le respondo con una pequeña sonrisa y seguido siento los labios del chico sobre los míos.

Casi un minuto después nos separamos y el chico me da un último beso antes de irse.

— Te digo algo.

La voz de mi novio me saca de mi trance y me vuelvo hacia él para mirarlo a través de la pantalla.

— ¿Qué?

Veo al castaño rojizo darme una de sus típicas sonrisitas y posando su barbilla sobre su mano dice

— Extraño verte bailando por las mañanas mientras preparas el desayuno — siento mi rostro calentarse y entonces lo veo reír.

— Yo también te extraño, bobo — el chico me guiña un ojo y una estúpida sonrisa se dibuja en mi rostro.

Antes de que Joe pueda decir algo más escuchó el sonido de una puerta siendo golpeada y frunzo ligeramente el ceño.

— ¡Joooeeeeeeee! — escuchó una voz masculina del otro lado de la pantalla.

— Creo que tienes visitas — mi novio ríe y una pequeña sonrisa se dibuja en mi rostro — te quiero.

— Y yo a ti amor, — nuevamente se escuchan unos golpes en la puerta y el llamado de dos chicos — te llamaré mañana, misma hora, mismo canal.

Suelto un par de risitas y niego con diversión.

— Adiós — el chico se despide mientras lanza besos a la cámara y segundos después la llamada finaliza.

Suelto un silencioso suspiro y mantengo mi mirada sobre algún punto de la habitación, me trajo el nudo que se ha formado en mi garganta y me seco con rapidez las lágrimas que salen de mis ojos.

Nunca me ha gustado mentir, mamá y papá me enseñaron a ser siempre sincera, por muy duro o malo que fueran las cosas siempre debía hacerlo. Y el mentirle a dos personas tan importantes em mi vida cómo lo son Sam y Joe es difícil, difícil por qué sé que en algún momento ellos pueden enterarse de todo esto y yo misma tendré que contárselos.

Cierro los ojos un momento y me llevo una mano al pecho.

[...]

Camino por la calle disfrutando del hermoso día y de vez en cuando acomodo la bolsa con provisiones entre mis manos y cuando logro divisar mi casa noto que el auto de mi hermano está estacionado frente a nuestra cochera.

Llegó hasta el pórtico y me detengo a abrir la puerta, me adentro a mi hogar cerrando la puerta detrás de mí y continuó mi camino sin detenerme hasta llegar a la cocina.

— Hola Samy.

— Hola hermanita — ni siquiera me molestó en mirarlo y comienzo a sacar las cosas de la bolsa de papel.

— Hoy llegaste temprano — intento comenzar una conversación con él.

— Así es — lo escuchó reír pero lo dejo pasar — es que hoy...

— Tienen visita

Me quedo quieta con mi mano en el aire sosteniendo una lata, el corazón me da un vuelco e intento hacer algo pero mi cuerpo no responde.

Bajo mi mano con lentitud y dejando la lata sobre la barra frente a mí me giró con lentitud y dirijo la mirada hacia la isla de la cocina dándome cuenta de que no solo somos mi hermano y yo.

— Hola ________

Un suspiro me sale de los labios y  seguido una pequeña sonrisa se dibuja en estos.

— Joe.

White Lies [Joe Mazzello Y Tú] COMPLETA ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora