White Lies [Joe Mazzello Y Tú] COMPLETA ✔️

Capítulo 30

30. El regreso.

Subo las escaleras con un plato y un vaso entre las manos y cuando llegó al último escalón me topo con el corredor que lleva a las habitaciones.

Ya habían pasado semanas desde la vez que conversé con la mamá de Joe. Fue muy reconfortante escuchar consejos de su parte y hacerme entender qué tal vez nadie tenía la culpa de lo que pasaba.

Pero yo no lo veía así. Aún seguía sintiendo que todo esto era mi culpa y el sentimiento solo iba a empeorar desde este día.

Camino con dirección a la mía y al adentrarme me encamino hacia el escritorio.

— Esos son muchos sándwiches para ti.

— No si como por dos.

Sonrío ligeramente mientras todo asiento delante de la computadora y el chico me devuelve el gesto.

— Y tú, deberías estar durmiendo en lugar de hablar conmigo.

— No es muy tarde, además, ¡Ya es fin de semana! — celebra el rubio mientras levanta su manos hacia arriba.

Me río con él y acto seguido tomo un emparedado del plato y me lo llevo a la boca.

— Con mayor razón, — murmuro con un trozo de comida en la boca y luego lo trago — las las grabaciones deben dejarte agotado y el hablar hasta tarde conmigo no te ayuda a descansar bien.

Ben me mira durante unos segundos y acto seguido lo veo sonreír.

— Me has dicho lo mismo una y otra vez desde la primera vez que conversamos.

— Y me has dado la misma respuesta durante ese mismo tiempo.

Le respondo haciéndolo sonreír aún más y luego bostezar.

El haber comenzado una amistad con Ben me sirvió mucho, las conversaciones con él me habían olvidar mi soledad en esta casa y en el interior de mí.

— Volveré a Latinoamérica.

— ¿Qué?

— Y-yo, lo estuve... Lo estoy pensado mucho Ben.— admito mientras vuelvo a depositar el emparedado sobre el plato.— Lo que me ataba aquí ya no está y mi hermano me ha dejado claro que no quiere verme.

— Entonces regresa a Londres, — su petición me hace abrir los ojos ligeramente en sorpresa y luego continuar — puedes quedarte aquí conmigo, el tiempo que tú quieras.

Me quedo en silencio durante unos segundos mientras miro detalladamente la expresión del chico al otro lado de la pantalla.

— Ben...

Escucho la puerta principal abrirse luego cerrarse. Dirijo mi mirada hacia la puerta abierta de mi cuarto y me quedo mirando está por unos largos segundos.

— ¿Está todo bien _________?

— Te hablo más tarde.

Sin dejar que el chico termine cierro la computadora y tomo una mochila donde comienzo a guardar alguna cosas necesarias.

Cuando salgo de la habitación mi teléfono comienza a replicar una y otra vez y al encenderlo veo que se trata de Ben. Apago mi teléfono cuando escuchó ruidos provenientes de la planta baja y continúo mi camino hacia esta.

Al bajar las escaleras me encaminó hacia la entrada y deposito el bolso junto a un mueble en el pequeño pasillo donde se encuentra la puerta principal.

Regreso hacia las escaleras pero paso junto a estas adentrándome más a la casa. Camino hacia la cocina pero al pasar por la entrada de la sala me detengo y cerrando los ojos durante unos segundos doy unos pasos hacia atrás y me detengo en medio de la entrada.