55. Nuestro hogar.
Al día siguiente, después de haber descansado del largo día que tuvimos ayer, decidimos hacer algunas compras.
Visitamos algunas mueblerías y buscamos muebles para comenzar a decorar la habitación para los bebés.
— Sé que no puedo volver a la casa de mis padres, no mientras Sam esté ahí. Y tampoco pienso quitarle el lugar al que toda su vida llamó hogar, no le haría eso.
Joe asiente a modo de compresión y da un sorbo a su taza con chocolate. Hace un rato que había terminado de guardar la última caja y al no haberme permitido ayudarle decidí hacer un poco de chocolate y agregarle pequeños malvaviscos.
— Amor… Sobre eso, bueno yo… Tenía una idea.— espero a que continúe y ante mi silencio lo hace — Yo… Quiero que vivamos juntos, ya no como si fuéramos novios, cariño. Quiero que seamos finalmente una familia, que todo lo mío sea tuyo, que la habitación principal sea solo nuestra, que otra de las habitaciones sea para los bebés.
— Joe…— las lágrimas amenazan con salir y veo al castaño rojizo dejar a un lado la taza y acercarse a mi para tomar mis manos entre las suyas.
— Por favor acepta, ayúdame a que esta casa sea finalmente un hogar, nuestro hogar. Tuyo, de los bebés y mío.— sus ojos cristalizados me miran y lo veo esperar una respuesta.
— Yo… Sí, claro que sí mi amor.
El alivio invade el rostro del chivo frente a mi y soltando una risita las lágrimas caen por sus mejillas mientras las mías se pierden en mi barbilla. Se pone de pie para acabar con la distancia que nos separa y une sus labios con los míos en un tierno beso.
Esta vez estaba decidida a arriesgarme por completo, esa inseguridad y temor que tenía con Joe después de que me llevó con él a su departamento en Londres ya no estaba más. Confiaba en sus palabras y confiaba en que sus decisiones no cambiarían o que se retractaría, ahora podía volver a sentir ese amor tan grande que hubo en un principio entre nosotros.
Después de haber seleccionado todas las cosas que elegimos para el cuarto de los bebés salimos de la tienda.
— El encargado dijo que mañana mismo nos llevan todo a la casa.— dice Joe mientras guarda el ticket de la compra.— Ahora solo nos faltaría escoger la pintura para la habitación.
Con ayuda del pelirrojo subo a su auto y una vez dentro cierra la puerta y rodea el coche para subirse. Emprendemos camino hacia la casa de su mamá, como le habíamos dicho iríamos a visitarla y a pasar la hora de comida con ella. Después poco tiempo Joe volvería a aquella casa en la que creció, pero esta vez aquel hombre que había amado y visto como un ejemplo a seguir ya no estaría ahí para recibirlo.
Había amado a mi mamá, claro que sí, pero fue mi padre quien se quedó a mi lado tanto como pudo. El que se las arregló para estar conmigo en todos los festivales escolares, y para evitar que la ausencia de mi madre me pasara factura. Jamás me había sentido molesta con ninguno de los dos, ellos habían tomado sus decisiones y estaban conscientes de que no sería lo mismo para Sam y para mí. De pequeña lo había pensado mucho, pero no fue hasta de mayor que supe que ni él ni yo éramos responsables de los actos de nuestros padres, así como tampoco pudimos llegar a hacer algo para evitar que todo ello pasara.
Al llegar a la casa de la familia Mazzello nos encontramos con sus hermanos también, todos nos felicitaron y la comida se convirtió en una pequeña celebración por los pequeños miembros de la familia que venían en camino y por mi. Sentirse de nuevo en una familia era una hermosa sensación, todos me hicieron sentir bastante bien, con su ambiente tan cálido y familiar que invadía todo el hogar.
— ¿Ya saben el género del bebé?
— Bebés.— corrige Joe a su hermana con un ligero toque de orgullo y felicidad.
— Es cierto, bebés, lo siento. Pero es que aún sigo asimilando que mi querido hermanito será papá.— murmura Mary a lo que me vuelvo a mirar a Joe quien mantiene la sonrisa en su rostro y un ligero rubor en su rostro.
— Respondiendo a tú pregunta, no. Cuando supe que estaba embarazada quise guardarme ese detalle hasta el gran día.
El silencio se hace presente en la mesa, los hermanos de Joe junto a su madre se limitan a sonreírnos, miro una vez más a Joe y me percato que este mantiene su cabeza baja con la mirada puesta en el plato frente a él.
Aunque el castaño rojizo nunca lo mencione yo sabía que a él le dolía tanto como a mí el antes y después que tuvimos. Cada uno de los momentos buenos que pasamos, pero parecía seguirse castigando por los malos, aquellos en los que no sabíamos el daño que podríamos hacernos hasta que lo hicimos.
— ¿Y que te gustaría que fueran, _______? — pregunta John, rompiendo el silencio.
— No lo sé, siempre quise un niño.— admito con una pequeña sonrisa haciendo a los presentes sonreír.
— ¿Y tú, hermano?
— Sin duda sería feliz de tener a dos pequeñas princesas parecidas a su mamá.— no puedo evitar sonreír con amplitud y la mano de Joe sobre la mesa se dirige hasta tomar la mía.— Pero ahora lo que más importa es que nazcan sanos. Sin importar nada.
— Eso es lo más importante.— responde la madre de Joe con una pequeña sonrisa.— ¿Ya han pesando en los nombres?
Miro a Joe con una pequeña sonrisa y este me da una mirada rápida.
— Sí, tenemos algunas ideas…______________
Un capítulo corto, pero los siguientes son los finales :')
Estamos llegando a la recta final de esta historia y quiero agradecerles por todo el apoyo y paciencia. Aún no tengo una fecha fija, pero espero pronto estar anunciandola.
Gracias por la paciencia linduras!!
Las tqm, nos leemos en los capítulos finales y epílogo ❤️
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White Lies [Joe Mazzello Y Tú] COMPLETA ✔️
FanfictionSi creía que mi vida sería difícil cuando mis padres se divorciaron y mi padre de quedó con mi custodia para llevarme lejos de mi madre y mi hermano, no creería que sería aún más difícil, volver años después y encontrarme con mi amor desde la infanc...