White Lies [Joe Mazzello Y Tú] COMPLETA ✔️

Capítulo 41

41. Mentiras y secretos.

— ¿Qué?

— Ya me oíste, toma tus cosas y vámonos.

Me seco las lágrimas del rostro y suspiro silenciosamente. Joe me mira como si esperara a algo y aquello solo termina haciéndome sentir molesta, a lo que trato de no mostrar ninguna reacción que me delate.

Comienzo mi camino por el pasillo hacia la sala dejando atrás al castaño rojizo. Llego hasta el pasillo que conecta las habitaciones y me detengo en la puerta al final de este dando dos pequeños golpecitos.

Después de que Ben atienda a mi llamado la sensación de molestia cambia a pena y cuando los ojos del rubio dan conmigo en sus labios se forma una casi tierna sonrisa.

— Ben, me voy con Joe.

Pero tan pronto vino su sonrisa se desvaneció luego de mis palabras.

— ¿Q-qué? Digo, ¿Estás segura de que te quieres ir?

Asiento repetidas veces y me paso las manos del rostro hacia mi cabeza.

— Yo, le dije la verdad. — le explicó al chico sintiendo las lágrimas a punto de salir y cierro los ojos durante un momento.

Siento los brazos del chico rodearme por los lados y permito que su calidez me envuelva durante unos segundos. Hasta que escuchamos a alguien afinarse la garganta y al separarnos dirigimos la mirada hacia el final del pasillo donde vemos a Joe de pie, mirándonos con seriedad.

Le doy una última mirada a Ben acompañada de una pequeña sonrisa para ahora dirigirme hacia la habitación donde se encuentran todas mis cosas.

Mientras me aseguro de tomar todas mis cosas siento un pequeño dolor en el vientre y me toco este. Entonces, tomándome de un mueble cercano me inclino un poco cerrando los ojos con fuerza sintiendo como mi pecho se aprieta y reprimo las terribles ganas de llorar.

Una vez que estoy lista tomo todas mis maletas con algo de dificultad y al salir del pasillo me encuentro a ambos chicos conversando tranquilamente, y cuando la mirada de ambos va hacia mí el rubio trata de caminar en mi dirección siendo Joe más rápido y quitando sin cuidado de mis manos ambas maletas y encaminandose de nuevo hacia donde Ben.

— Nos vemos el lunes amigo.

El rubio asiente con una pequeña sonrisa y camino lentamente hacia él a lo que volvemos a unirnos en un gran abrazo.

— No se cómo voy a agradecerte por todo lo que has hecho por mí, Ben.

Nos separamos un poco y el chico toma entre sus manos las mías.

— Y yo no sabría que hubiera sido de estás difíciles semanas sin ti, así que estamos a mano.

Suelto una pequeña sonrisa y bajo mi mirada durante unos segundos hacia nuestras manos.

— La cena está sobre la estufa.

El rubio asiente ligeramente entre pequeñas risas y finalmente libera mis manos.

— Cuídate mucho, y no olvides tomar tus medicamentos.

Con esas últimas palabras camino hacia la puerta donde me espera el castaño rojizo y al llegar a su lado comenzamos a caminar por el pasillo.

...

El camino hacia donde se hospeda Joe es silencioso y un poco incómodo. Él mantenía su mirada puesta sobre el camino y yo trato de centrarme en la ventana y en los edificios que vamos pasando.