Capítulo 22

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22. Todo mal.


Luego de unas cuantas horas más finalmente terminan las grabaciones.

Sin siquiera mirarme Joe pasa cerca de donde me encuentro sentada y yo me limito a verlo alejarse. Frunzo los labios en un intento por reprimir el llanto y siento la calidez de una mano sobre la mía, giró un poco el rostro y veo a Brian aún sentado junto a mí.

— Es normal que este molesto — me dice en un tono calmado y yo me limito a asentir.

Unos minutos después regresa por mí y me despido de Brian con un gran abrazo que no sabía que necesitaba. Salimos de las instalaciones sin siquiera despedirnos de los chicos y subimos a su auto, en el camino reflexiono y trato de encontrar una respuesta a todas las posibles preguntas que haga.

El temor de que me odie por lo que parece un estupidez va creciendo mientras más nos acercamos hacia el edificio. Finalmente había llegado el día en el que le daría muchas explicaciones a Joe, y me encontraba teniendo de su reacción.

Cuando veo el edificio a unos metros de nosotros siento el golpeteo de mi corazón en mi pecho y mi cuerpo temblar. Bajamos del auto y nos adentramos en el lugar, el silencio nos acompañó hasta el pasillo y fui yo quien lo rompió:

— ¿Podemos por favor hablar en mi habitación?

Y solo asintió ligeramente, no dijo ni hizo nada más, y yo tampoco. Pase la tarjeta y la puerta se abrió enseguida, lo deje pasar a él primero y después lo hice yo, apenas empareje un poco la puerta cuando lo escuché hablar.

— Ya fui muy paciente, ahora quiero explicaciones.

Me volví hacia él y me adentre más a la habitación, su expresión era una totalmente sería y podía ver cómo su cuerpo se tensaba. Y aunque pensé las palabras que diría, no pude encontrar mi voz, olvide todo lo que había practicado en mi mente.

Por un momento, me quedé el blanco.

Un ligero mareo me cruzo mientras dirigía mis ojos hacia los de Joe y entonces decidí que era momento de hablar, sin ocultar nada, solo diría la verdad.

— Desde la primera vez que mi hermano te llevo a casa he estado enamorada de ti — admito sin esperar a que aquello haga una mínima diferencia — pero mi hermano y yo tenemos un pacto que jamás rompería, y entonces me hiciste romperlo.

— ¿Me estás culpando acaso? — cuestiona con rapidez el chico frente a mí a lo que niego frenéticamente.

— No Joe, estoy diciendo que por ti no me importo nada — siento un nudo en la garganta pero me lo trago — y como sé que eso le va a molestar mucho a Sam te pedí que lo mantuvieramos en secreto, porque quiero hablar con él, y dejar de...

— Mentir — finaliza el castaño rojizo por mí a lo que frunzo los labios — ¿Y entonces todo este lío ha sido únicamente por Sam? ¿Porque no me lo dijiste?

— Porque tal vez te parecería una estupidez infantil, Joe, toda mi vida he hecho lo que los demás me piden, y cuando por primera vez en mi vida hice algo que yo quería... Me está saliendo todo mal, y tienes razón Joe, aquí la única persona que tiene la culpa soy yo.

El mencionado me mira sin expresión alguna y siento mi vista nublarse mientras continúo:

» Y si quieres terminar con lo que  haya sido para ti, hazlo tú, porque yo no puedo. Pero quiero que sepas que nunca mentí al decir que te amaba, Joe, eres el amor de mi vida y esa es toda la verdad.

Finalizo cuando siento que no podré decir nada más y me abrazo a mí misma en un intento de reconfortarme, el silencio invade la habitación y después de un rato Joe dice algo.

— Por muy infantil que sea o no, debiste haberlo dicho _____________, eres mi novia, ¿Acaso no...

— ¿Novia?

Y todo vuelve a quedar en silencio con esa tercera voz, veo a Joe quedarse muy quieto sobre su lugar y mis ojos se abren en sorpresa y temor.

— ¿Eres novio de mi hermana?

Reuno el poco valor que tengo y me giró sobre mi lugar encontrándome a Sam dentro de la habitación, a unos metros de nosotros.

— Sam.

— No me hables — con esas palabras da media vuelta y enseguida lo sigo.

— ¡Sam! — ignora mis llamados y entonces me apresuró a tomarlo del brazo a lo que se gira con brusquedad haciéndome retroceder atemorizada.

— Teníamos un puto trato, ¡Y lo has roto para meterte con mi mejor amigo! Eres la peor hermana que podría tener — las lágrimas no tardan en salir de mis ojos y mi hermano me mira con pura rabia — me iré, y espero que cuando regrese tu ya no estés.

— Sam.

— Ya escuchaste.

Vuelve a darme la espalda y sr adentra en elevador frente a nosotros, cuando las puerta se cierran suelto un jadeo y me llevo las manos a la boca. Cierro los ojos por unos segundos y sin mirar a mí alrededor camino de vuelta a la habitación, ignoró a Joe en el pasillo y cierro la puerta sin esperar nada.

Empiezo a buscar mis maletas y a guardar con rapidez mi ropa, aún hecha un mar de lágrimas acomodo mis cosas y tomo todo lo que traje conmigo, en el proceso me derrumbo por unos momentos y después continúo.

Estaba teniendo lo que me merecía, o eso pensaba yo. Ya no podía, ni quería estar un segundo más ahí.

Cuando salí al pasillo ya no ví a Joe y ya sin importarme trace mi camino hacia el elevador y me metí en este para unos segundos después ver las puerta cerrarse frente a mi.

Con el peso de toda la culpa que cargaba desde que inicié todo esto.

White Lies [Joe Mazzello Y Tú] COMPLETA ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora